La circunvalación de Cangas se completaría con una segunda fase que es la que permitiría la conexión de este nuevo vial con el Corredor do Morrazo, futura autovía. El tramo enlazaría la rotonda de salida desde el Corredor situada en A Rúa con la de nueva construcción junto a los terrenos donde estaba la piscina Banana.

Entre las peculiaridades del proyecto inicial se contempla la existencia de dos rotondas intermedias (una de ellas en la intersección con la PO-1003, la carretera Espíritu Santo-Coiro; la otra más adelante, en la confluencia de las calles Cantalarrana, Telleiro, Barreiros y Fiadores) para la regulación del tráfico y la construcción de un puente sobre el Río da Presa que reemplazaría la intención primigenia de solucionar el desnivel que existe en esa zona con un gran relleno, algo que fue rechazado en su momento por los vecinos.