Los mayores temores a la hora de iniciar la obra del Corredor se harán realidad al menos durante los próximos tres meses. Y es que desde las 10.00 horas se ha cerrado al tráfico esta carretera a lo largo de sus primeros seis kilómetros de trazado. Entre la salida de Meira y la rotonda de Domaio no se podrá circular hasta el próximo 23 de enero, aunque las empresas constructoras de los dos primeros subtramos de la futura autovía reabrirán la circulación íntegra durante el periodo navideño. Concretamente entre el 21 de diciembre y el 8 de enero.

Este cierre, que se ha hecho efectivo con puntualidad inglesa, no se contemplaba en el proyecto inicial de las obras, ya ocasionó múltiples quejas en las redes sociales entre los vecinos de la comarca. Y es que se temen retenciones importantes en varios puntos.

El primer foco conflictivo estaría en la propia salida de Meira, así como en las rotondas que enlazan el corredor con la carretera provincial de Meira de Arriba.

El descenso por este vial provincial, además de las primeras curvas cerradas, tiene uno de sus puntos más conflictivos en su último tramo, debido a los badenes bastante pronunciados que ralentizarán la circulación.

La intersección de la carretera provincial con la general PO-551 ya ocasionó embotellamientos durante los cortes temporales por voladuras. El semáforo apenas permanece en verde 12 segundos de cada turno, por lo que se impone reajustarlo para hacer más fluido el tráfico. Ya en la carretera general, semáforos como el del Cruce de A Guía o los del centro de Domaio pueden acarrear también retenciones que, además de a los conductores, podrían dificultar el tránsito a los peatones que residen en estos barrios.

El corte en la propia rotonda de Domaio, que enlaza con la autopista AP-9, con Vilaboa y con la PO-551 que llega desde Moaña será sin duda uno de los tramos con mayores problemas. Será necesario un dispositivo especial de Tráfico en este punto, pero también se espera un refuerzo para agilizar la circulación en los cascos urbanos de Cangas y Moaña.

Sobre todo en este último municipio, que sin duda se llevará la peor parte del corte. El concejal de Mobilidade, Ezequiel Fernández, mostró ayer su malestar "porque no proxecto das obras dicíase claramente que non implicaban ningún peche total do Corredor do Morrazo". Lamenta que esta carretera "non dea servizo a boa parte dos moañeses, porque os enlaces están moi lonxe do litoral, e ademais de ter que soportar os maiores danos do trazado, agora nos veremos tamén prexudicados polos atascos. Será como voltar 12 anos atrás", apostilla.

En el centro de Moaña se teme que la carretera Ramón Cabanillas sea testigo de importantes retenciones en las horas puntas, tanto a primera hora de la mañana como entre las 19.00 y las 21.00 horas cada tarde. Y es que desde los Concellos asumen que la mayor parte de los usuarios del Corredor residentes en Cangas o Tirán optarán directamente por conducir hasta el puente de Rande por la carretera general (PO-551), regresando al trazado por el litoral. Y es que tomar el tramo abierto del Corredor implicaría el rodeo de bajar desde la parte alta de Meira.

Así las cosas, la rotonda del Portal do Almacén, de acceso al casco urbano moañés, es uno de los puntos con más riesgo de retenciones. Además, esta rotonda acumula bastantes accidentes por golpes cada año, al estar en pendiente.

Pero sin duda, el punto que se presume más conflictivo en el territorio moañés es la llamada Rotonda de Salitre. Todas las jornadas laborables hay atascos en esta glorieta que conecta Ramón Cabanillas, la Avenida de A Xunqueira y la calle As Barxas. Entre las 19.00 y las 21.00 horas son frecuentes las retenciones en los accesos a esta rotonda. Con el aumento del tráfico por los conductores que procedan o se dirijan a Cangas, el embudo de este punto puede ser más grave.

El cierre de estos seis kilómetros durante tres meses se realiza por los problemas que surgen en las voladuras de los taludes para ganar el espacio necesario para construir los nuevos carriles. Infraestruturas argumenta la medida en la necesidad de avanzar en las obras "coas máximas condicións de seguridade". La medida fue presentada a los Concellos el pasado viernes. La solución debe permitir que los trabajos de los dos primeros subtramos avancen de forma continuada y a un ritmo intenso. Se espera que los obreros trabajen también los domingos y festivos durante este periodo.

En el subtramo 1 se actuará de forma simultánea en tres taludes con voladuras utilizando dinamita. Además, comenzarán las explosiones en el talud más grande del subtramo 2.

Medidas a adoptar

Esta misma mañana se reunirán en Moaña representantes del Concello, de las empresas constructoras -Copasa y Dragados-, de la Consellería de Infraestruturas, de la Policía Local, de la Guardia Civil de Tráfico y de la empresa encargada de regular los semáforos. La Xunta y el Concello valorarán en la reunión técnica posibles modificaciones en la regulación de los semáforos de la PO-551 para agilizar la circulación. Reforzará también la señalización para ofrecer indicaciones "concretas e precisas" a los usuarios del Corredor.

El concejal de Mobilidade, que atribuye este cierre "a erros no proxecto ao non ter á hora de valorar as características xeolóxicas dos montes que atravesa o Corredor", propondrá además que el Gobierno autonómico refuerce el transporte público que conecta Cangas y Moaña con Vigo.

Para ello será necesario que la Xunta se ponga en contacto con las compañías de autobuses y con las navieras que operan en la ría. Desde el Concello de Moaña entienden que incrementar las líneas de transporte colectivo por carretera y mar contribuirá a reducir el número de coches que atravesarán las carreteras interiores de la comarca cada día durante los próximos tres meses.