A simple vista, fijándose solo en sus ojazos y en su sombrero vaquero es imposible no enamorarse de ella. Pero es que además, que es lo más importante, canta como los mejores ángeles del rock'n'roll, blues y eso que los americanos llaman honky tonk-twang. Ella es Stacie Collins y mañana viernes regresa a Cangas [Salasón, 22.30 h] dentro de su gira española, que incluye solo seis fechas. La cantante viene acompañada por su banda para presentar su disco más reciente, "Roll the dice". Al frente del grupo está su marido, Allen Collins, que además es el bajista de Jason and The Scorchers, una de esas bandas americanas imprescindibles.

"Roll the dice" es el quinto disco en la trayectoria de la cantante de Nashville y esta vez es su marido quien asume las labores de producción. No es poca cosa si se tiene en cuenta que la cantante contó antes con la producción de Dan Baird. El disco incluye diez canciones que son un repaso por el sonido americano, desde el rock'n'roll al blues pasando por el country.

El mundo del espectáculo y de la música lle corre por las venas a Stacie Collins, que en su anterior visita a Cangas, en el año 2012, explicaba a FARO una parte de su infancia. Una época en la que su madre trabajaba poniendo copas en un local de conciertos y la pequeña Stacie, entonces con unos cuatro años de edad, escuchaba la música que luego le influiría tanto. "Recogía las monedas que dejaban los clientes y me iba a poner canciones en la jukebox. ¡Luego me subía a bailar encima de las mesas de billar", recordaba.

Aunque Dan Baird no está en esta ocasión como productor, sí que aparece como uno de los músicos colaboradores con la banda que acompaña a Stacie Collins. No es el único invitado de renombre ya que en el elenco de músicos que han colaborado en la grabación de "Roll the dice" están Audley Freed (que ha trabajado con The Black Crowes o las Dixie Chicks) o el batería Brad Pemberton, un habitual con Ryan Adams & The Cardinals.

Las nuevas canciones y el sonido en directo de la cantante de Nashville mantiene intacta una de sus señas de identidad más reconocibles: su armónica. "Amo la armónica porque mi padre la solía tocar. Aprendí a tocarla cuando empecé a escribir canciones y a actuar en vivo. Espero que haya herededado el talento musical de mi padre", contaba a FARO.

El concierto en Cangas será mañana a las 22.30 horas, con entradas a 12 y 15 euros. No será la única actuación del fin de semana en Salasón, que el sábado contará Gansos Rosas, una banda homenaje a Guns'n'Roses; y el domingo con el power trío irlandés Crow Black Chicken, que aúnan influencias del folk, blues y del rock, con reminiscencias a Led Zeppelin, Gov't Mule o Lynyrd Skynyrd.