El sector que se encuentra más pendiente de las toxinas es el bateeiro, que esta semana ha sufrido tres nuevos cierres por culpa de las lipofílicas. En Bueu había esperanzas de que pudiesen abrir los dos polígonos situados entre Agrelo y Lapamán, aunque finalmente no ha sido así. Más bien al contrario porque la zona que había abierto hace apenas dos semanas, en Beluso, recibió el lunes orden de cerrar.

En la ría de Vigo la toxina también se ha dejado sentir con fuerza durante la última semana. El miércoles cerraron las bateas de Barra y Liméns; el viernes le tocó a las Areamilla; y ayer fueron las de Tirán y Meira las que recibieron orden de cierre por parte del Intecmar. Eso significa que en apenas una semana la marea roja ha obligado a cerrar unos 350 viveros flotantes en solo en la ría de Vigo.