El gobierno local de Bueu ha encargado un estudio a una empresa especializada para conocer el estado de la estructura de la casa consistorial y de este modo poder establecer un plan de actuación en caso de que sea necesario. La iniciativa del ejecutivo de Félix Juncal se adopta ante el avance de las grietas en los arcos de piedra de la planta baja, motivado por la ampliación del edificio, pero también por los informes de los técnicos municipales, que apuntan que el entramado de la segunda planta -donde está situado el despacho del alcalde- quizás no sea el más idóneo para el uso intensivo que se le está dando.

"O anterior informe data de 2001 e era necesario ter un novo xa que nos últimos anos o concello foi medrando en instalacións e prestación de servizos", apunta el regidor buenense, que recuerda que incluso ha tenido que recurrirse a otros inmuebles como en su momento fue el local del CIM o la Casa número 2, en donde están situados los departamentos de Cultura e Deportes y la OMIC. Asimismo, en las próximas semanas se iniciará el expediente de contratación de obras para la reforma del local alquilado en Eduardo Vincenti para instalar allí el área de Benestar e Igualdade. "Estánse demostrando as carencias de instalacións tanto en espazo como á hora de ter unhas condicións axeitadas", admite Juncal. Con estos antecedentes se ha encargado a la firma Bureau Veritas el análisis de patologías para poder actuar en consecuencia.

Uno de los elementos más problemáticos es la segunda planta, donde ya se ha advertido de la sobrecarga que puede estar soportando. "É un espazo que non hai que olvidar que era o antigo faiado e que agora ten moitísima actividade e soporta moitos kilos de peso", señala el alcalde de la villa. Reducir esa carga parece el camino, pero quedaría por decidir si sería a través del traslado de mobiliario y documentación o bien moviendo a otro lugar alguno de los departamentos allí existentes. Con todo, Juncal apunta que la situación "nin moito menos é preocupante como para ter que actuar de xeito urxente nin tampouco se contempla ter que deixar este edificio". Eso sí, se quiere tener cuanto antes el análisis de la situación para poder adoptar las medidas correctoras que sean necesarias. Además de los estudios de estos días se procederá más adelante a realizar diferentes catas en las instalaciones a fin de comprobar el material y su estado.

La casa consistorial data de principios del siglo XIX y la reforma de la segunda planta se acometió en 2002 para ponerla en funcionamiento en 2006.