Una pareja de novios de Ponteareas se introduce en el Bosque Encantado de Aldán con los fotógrafos de boda para realizar esas fotos que mostrarán en un álbum a sus familiares y amigos. La maleza es alta, la vegetación espesa y tal cual puede parecer que los novios llegaron a la Isla de los Famosos. La maleza les cubre y el traje de la novia se engancha por todos los lados pero consigue llegar indemne a esa réplica de castillo medieval que es el centro de este espacio natural.
El Concello quiere recuperar ese espacio en el que no está permitido ningún tipo de especulación, pero la edil de Obras y Servicios, Mercedes Giráldez, se queja de que ahora mismo Promalar no tiene un interlocutor para abordar un asunto de estas características, aunque se siguen pagando intereses de sentencias a la citada empresa. Las brigadas municipales desbrozan los márgenes de fuera y una vez cada quince días acuden a retirar la basura, pero conscientes de que se trata de un espacio privado. Pero lo cierto es que el bosque está abierto a todo el mundo, es camino también para la ruta de los molinos y a menos de que Promalar saque letreros impidiendo el paso, este paraje es utilizado por todos, por vecinos y foráneos. Ahora mismo hay debate dentro del gobierno municipal sobre el futuro del citado espacio. También se vuelve a hablar de expropiación o de obligar de alguna manera a la empresa propietaria, Promalar, a que mantenga este espacio natural en condiciones. Además se puede alegar la posibilidad de que la altura de la maleza y la falta de limpieza del bosque sea un objeto de deseo para los pirómanos, que este año abundaron por el municipio de Cangas, y que también afectaron a Aldán.
En su momento, el citado bosque perteneció a la Casa Torre de Aldán. En algunas publicaciones se sigue informando que la finca fue cedida por Promalar a Concello para el disfrute de los ciudadanos, pero el gobierno municipal desmiente rotundamente este hecho.
