Los bateeiros con su sede en los muelles de Moaña concluyen mañana su primera semana desde que arrancase la campaña de exportaciones al extranjero, principalmente a Italia. Estas exportaciones de producto se prolongarán hasta febrero del próximo año, con un repunte en las ventas, como siempre, coincidiendo con el periodo navideño.

La actividad en el muelle de A Mosqueira es frenética en los últimos días por la mañana. Son decenas los camiones que se pasan por las instalaciones y que recogen los palés de mejillones. Aunque muchos de estos vehículos se dirigen a las depuradoras para distribuirlo en el mercado interno, los camiones de mayor tamaño son los que parten hacia Italia. Además, este arranque de las exportaciones coincide con la reapertura este martes del polígono de bateas Cangas F, ubicado en el entorno de Barra y que estaba cerrado por toxina desde el pasado mes de marzo. Son 50 los viveros de este sector y todos ellos están llenos de bivalvo, al llevar tantos meses sin extracción ni posibilidad de comercialización.

Los bateeiros se apresuran a extraer el mejillón de este polígono, pues un cambio a vientos del sur incrementaría la presencia de la toxina y obligaría a los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) a cerrar de nuevo los polígonos de la parte exterior de la ría. En estos momentos la toxina solo impide la extracción de bivalvo en las 40 bateas del Cangas G, un sector ubicado frente a Liméns.

Desde al cooperativa Socomgal explicaron ayer que sus bateeiros están llenando cada mañana desde el viernes tres camiones con palés de mejillón para el mercado italiano. Son camiones de gran tamaño con más de 2.000 sacos de 11 kilos cada uno. Los productores explican que envían 11 kilos en cada saco y se cobran por el precio de 10, pues el producto sobrante se utiliza para cubrir mermas en el caso de que algunos ejemplares lleguen dañados por el proceso de transporte.

La evolución del viento en las próximas semanas determinarán si los polígonos de la parte externa de la ría se mantendrán abiertos los próximos meses o volverán a cerrarse durante parte del otoño, lo que suele ocurrir cada campaña.