A sus 22 años, Cristian Sotelo es uno de los agricultores más jóvenes de Donón. Trabaja en las viñas de la finca de la Costa de Seixeira con una experiencia casi innata. Criado en la parroquia de O Hío, ha comprado recientemente un tractor para poder hacer con maquinaria muchos de los trabajos que antes se hacían tan solo con la fuerza de los azadones.

El otoño trae para él trabajo bajo las cepas de las viñas. Sobre la campaña de este año indica que "as últimas chuvias non nos axudaron en nada, a uva xa estaba ben", sentencia. En su opinión, estas últimas precipitaciones "fixeron que moitas das uvas podreceran". No obstante, siguiendo la línea de los tres compañeros que durante la mañana de ayer trabajaban con él, indica que "pensamos que a colleita vai ben este ano".

Sotelo se está haciendo un hueco entre los agricultores de la zona gracias a su trabajo. Los vecinos de Donón comentan, sorprendidos, la rareza de que una persona de su edad dé la espalda a las tendencias urbanas de los jóvenes y se preocupe de que en Donón la tierra permanezca sembrada cuando las generaciones más jóvenes se abran camino.

El campo es una de las cosas que más le gustan y así ha demostrado desde que entró en edad laboral. Empezó como jardinero en una empresa de la zona y ahora se dedica a arar los campos de O Hío que necesiten de su maquinaria y de su gusto por el trabajo agrícola. Se muestra pesimista, a diferencia de sus compañeros, sobre la cantidad de vino que recogerán este año e indica que "penso que será menos que na campaña anterior". El resultado final tan solo se sabrá tras los duros días de trabajo que le esperan a lo largo de toda esta semana.

A pesar de la dificultad de esta labor, en el ambiente se respira jovialidad. Una jornada de trabajo en las que las bromas de Francisco Gago se hacen hueco entre el sonido de la poda de los racimos.

Además de uva, Cristian Sotelo también recoge patatas, maíz o leña

de los campos de Donón y sus alrededores. Ha aprendido a hacerlo trabajando codo con codo, como lo hacía ayer, con personas de mayor edad que le pueden enseñar los secretos de una vida en el campo. Sin embargo, con la compra del tractor, ha dado un paso más y se ha propuesto, como señalan sus propios vecinos, industrializar un poco más Donón.

Este lugar, coronado por el castro del monte de O Facho y que significa recinto de piedra debido a esta construcción, es uno de los lugares más recónditos de toda la comarca de O Morrazo. No obstante, también es uno de los puntos donde mejor se conservan las formas más tradicionales de vivir en el campo.

Sotelo ayuda a perpetuar este estilo de vida y labores tan cotidianas del comienzo del otoño como la vendimia. Una campaña con la que se siente "satisfeito" y de la que espera , dado los resultados vistos hasta el momento, "un bo viño".