Uno de los taludes que linda con la carretera EP-1303, que une el lugar de A Portela con el centro de Bueu, dio en la madrugada del lunes al martes un buen susto. Justo a medianoche se registró un desprendimiento de piedras y tierra en uno de los puntos más estrechos del vial, lo que obligó a la intervención de una de las brigadas del servicio de vigilancia de la Diputación -que es la titular de la calzada- y de los Bombeiros do Morrazo. La situación resulta preocupante, como reconocen desde la institución provincial, y se requerirá de inmediato a los dueños de la propiedad que acometan con "urgencia" obras para asegurar el terreno.

El suceso ocurrió a la altura del número 39 de O Valado, en uno de los puntos más problemáticos de la carretera debido a su escaso ancho. Afortunadamente en el momento del derrumbe no circulaba ningún vehículo y no se registraron daños personales ni materiales. Tras el aviso vecinal acudieron a la zona una brigada de la Diputación y los bomberos para limpiar la vía y una patrulla de la Policía Local para regular el tráfico mientras duraba la limpieza. Los operarios de la Diputación se mantuvieron en la zona hasta pasadas las tres y media de la madrugada, cuando la calzada quedó perfectamente transitable.

Inspección

Desde el departamento de Mobilidade de la Diputación apuntan que ayer por la mañana los servicios de ingenería realizaron una inspección más detallada del terreno y comprobaron el "lamentable" estado del talud, lo que implica el "riesgo" de nuevos derrumbes. El terreno forma parte de una propiedad privada y a última hora de la la mañana de ayer se estaba ultimando un requerimiento que será enviado a los propietarios. En el mismo se les instará a asegurar el talud de manera urgente debido a que su actual estado "supone un peligro". "Se trata de una propiedad privada y la Diputación no puede actuar directamente. Por eso se tramitará el requerimiento por vía de urgencia", explican desde Mobilidade.

Precedentes en Bueu

Este no es el primer derrumbe de estas características que sufre la red viaria de Bueu en lo que va de año. En febrero fue en la PO-551, a su paso por la parroquia de Cela, donde se produjo un desprendimiento en un talud de similares condiciones. En aquella ocasión llegó a alcanzar a un automóvil y obligó a la Consellería de Infraestruturas a construir un muro de contención de unos ocho metros de alto para evitar nuevos incidentes.