Cerca de 1.500 motoristas se dieron cita ayer en Moaña y dejaron sentir sus motores por toda la comarca en el marco de la III Xuntanza Motera del municipio, organizada por la Peña Os Mata Pardales.

Las actividades arrancaron a primera hora de la tarde, en la carpa ubicada en el entorno del Palco da Música, en la alameda moañesa. El fin de semana programado para el disfrute de los aficionados a las motos tuvo su primera ruta a partir de las 17.30 horas. Los participantes partieron del centro de Moaña y recorrieron la PO-551 mostrando sus cilindradas también a los vecinos del casco urbano cangués. Tomaron la Avenida de Vigo y siguieron circulando por la carretera general hasta atravesar Bueu.

Tras acceder a la variante de Marín salieron en la bajada hacia Moaña y regresaron al centro de la villa por la PO-313.

Una vez en la carpa, y antes de que la lluvia hiciese su aparición, disfrutaron de una merienda a base de pinchos, que dio paso a juegos moteros entre los que destacó alguno tan curioso como una carrera lenta, en la que ganaba el piloto que consiguiese llegar de último a la meta. En ese momento había varios miles de personas en el entorno de la carpa.

Llegaron moteros individuales y peñas de todos los rincones de Galicia, de Portugal e incluso algún participante de Asturias.

La lluvia hizo entonces su aparición con virulencia y los organizadores decidieron suspender la ruta nocturna por el casco urbano.

También se modificó el homenaje a los moteros fallecidos, aunque se centralizó en la carpa habilitada y su entorno. Los participantes mostraron velas en recuerdo de sus compañeros que perdieron la vida en algún accidente. Como colofón a este emotivo momento emplearon varias bengalas.

Tras una cena para todos los inscritos, la fiesta se adueñó del centro de Moaña. Hasta altas horas de la madrugada varios DJs amenizaron la velada a base de ritmos electrónicos.

Para la mañana de hoy están programadas nuevas actividades. La ruta por la comarca se desarrollará en sentido inverso a la de ayer, pero recorriendo por completo la PO-313 y atravesando también el centro urbano de Madrid. La ruta saldrá a las 11.00 horas, tras un desayuno colectivo. Una pinchada al mediodía dará paso a la despedida. A lo largo del fin de semana está previsto también que se sorteen distintos regalos entre los participantes.