La ronda de las declaraciones de los testigos protegidos en la "Operación Vida" contra la cúpula del clan gitano los "morones" , que llevó a la cárcel al patriarca Olegario Giménez (ahora bajo arresto domiciliario) y a sus hijos Sinaí, Marino, Saúl y Juan Paulo, continuó ayer en Cangas. De nuevo a través de videoconferencia, con el rostro oculto y la voz distorsionada, declararon, esta vez, tres testigos. El número siete, cuya declaración se tuvo que aplazar en su momento y los números 10 y 11. Las declaraciones de todos ellos mantienen la pauta de las anteriores. No hay giros sorprendentes y ayer se volvió a hablar de amenazas de muerte y destierro contra aquellos que no querían formar parte de la cooperativa montada por los morones. El número siete manifiesta que sufrió amenazas de todos los miembros de la familia, incluidas las mujeres.

Los tres mencionan a la gestoría con las que trabajan los "morones", muy cerca de la calle Rosalía de Castro en Vigo. El testigo número 11 declara que entregaban toda la documentación a la gestoría, que debían hacer entrega de toda la documentación a una tal Sabela o un tal Manuel, "que los mismos actuaban siguiendo las directrices marcadas por Sinaí Giménez y que en una ocasión el propio Manuel acudió al culto celebrado en la localidad de O Porriño, acompañando a Sinaí y a una tal Estela para forzarles a incrementar la cuota que pagaban a la cooperativa". Asegura que la cooperativa estaba dirigida por Sinaí, si bien era Olegario quien tomaba todas las decisiones.

Declara que su vida cambió tras los hechos ocurridos en Cangas, Vigo y Redondela. Manifiesta que desde que sucedieron los mismos procura no salir de casa, solo lo estrictamente necesario, que a sus hijos ya no les permite ir solos por la calle y limita al máximo las salidas de los mismos. Mantiene que para acudir a los diferentes mercados ya no se desplaza cada comerciante por su cuenta, sino que acuden a los mismos o todos juntos, por temor a lo que pueda pasar. También comenta que en una ocasión, cuando se cruzó con Sinaí en la carretera, éste trató de sacarle de la misma con su vehículo y que en otra ocasión, a Arturo Jiménez, cuando acudió a Mindelos (Portugal) a comprar mercancía fue abordado por Sinaí, Kike (sobrino del primero), Miguel Valverde (secretario de Sinaí) y un tal Rafa,quienes intentaron agredirle, que pudo subirse al coche, pero que fue perseguido hasta Valença (Portugal).

Por su parte, el presidente de la Asociación Gallega de Vendedores Ambulantes, Francisco Romero Alvite, quiso dar réplica ayer a las declaraciones del abogado de Sinaí Giménez, José Luis Gutiérrez Aranguren, que manifestó que los "morones" acudieron a poner orden en el caos que eran los mercadillos en la provincia de Pontevedra.

Alvite señala que las declaraciones del letrado confirman la existencia de algún alcalde gallego que cooperaba o que consentía que ciudadanos privados intentasen controlar mercadillos públicos. Afirma que se están perdiendo testimonios de alcaldes que tuvieron algún tipo de relación con los "morones" que pudieran explicar un poco el caos del que habla Aranguren. Considera que la Fiscalía debía interrogar a los alcaldes. Francisco Romero Alvite también anunció que él había sido llamado como testigo a declarar en la causa. El presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Galicia afirma que hay concellos en los que solo 12 puestos cumplen con la normativa, como por ejemplo Salceda de Caselas. Pide a los Concellos que hagan cumplir la normativa gallega de venta ambulante.

Hoy continúa la ronda de declaraciones de testigos protegidos. Pero los abogados de los "morones" preparan una sorpresa, el testimonio de un hombre que fue el que en su momento fundó la primera cooperativa de gitanos que después cayó en manos de Olegario Jiménez. Sorprende que este testimonio fuese requerido por los abogados de los "morones" porque siempre se supuso que esta persona había sido una de las primeras víctimas de Olegario Jiménez.

Está previsto que para la semana también acudan más personas a declarar y que a finales del presente mes lo haga la matriarca, Flora Jiménez, por la reyerta multitudinaria que se produjo el 14 de octubre en el mercadillo de Cangas y en la que Sinaí Giménez tuvo que ser atendido de un fuerte golpe en la cabeza y le practicaron varios puntos de sutura. Según distintas versiones, la reyerta comenzó porque Flora Jiménez entendía que un gitano zamorano estaba ocupando metros de su puesto de venta ambulante.