El artista de Aldán Fran Herbello es el protagonista del Espazo de Creación de Chan da Pólvora, de Santiago de Compostela. Exhibe su trabajo "Alcouve" desde el viernes y hasta el mes de octubre. Se trata de seis imágenes en las que el fotógrafo vuelve a involucrar a la naturaleza en los procesos de revelado. Las seis fotografías de "Alcouve" reflejan cronológicamente el proceso de transformación de un retrato realizado con seis mil semillas de grelos, pacientemente puestas a germinar en otras tantas perforaciones sobre un papel.

El resultado es una obra turbadora y radical, compleja en su ejecución y extrañamente inquietante en sus resultados.

El proyecto de Fran Herbello surgió de una serie de propuestas en las que trabaja desde hace tiempo y que se centran en los elementos orgánicos como parte fundamental de las piezas. Son obras de "tensa conceptualidade" en las que la imprevisibilidad biológica alcanza una función decisiva y esto le permite al autor enfrentarse a un tema que le obsesiona: La muerte. El propio Herbello explica que su objetivo pasa por "buscar outros camiños para tentar abranguer a complexidade da natureza e de nós mesmos como parte dela".

Hasta 6.000 perforaciones practicó Fran Herbello en papel para que germinasen las semillas de "Alcouve".

Los asistentes a la galería de arte se encontrarán un muro de casi cuatro metros con las imágenes. El muro será comisariado a partir de octubre por Juan de Nieves. La arriesgada obra del artista cangués inaugura este mural. Desde el Espazo Chan da Pólvora describen a Herbello como "un dos artistas máis inquietantes e carismáticos do panorama galego actual".

Para realizar "Alcouve" (palabra de significado paralelo a "sementeira" y de uso frecuente en la ría de Aldán), el artista incide en los propósitos semánticos de la memoria y la identidad, así como en la reelaboración de las transformaciones fotográficas.

En su ciclo anterior, "Teas de alivio", el autor se refería al papel de la imagen ante la ausencia de un ser querido, pues su imagen lo mantiene presente. En "Alcouve", sin embargo, destaca la fotografía como herramienta para retener el paso del tiempo y luchar contra lo efímero. La imagen seleccionada por Herbello forma parte de un conjunto de fotos que un conocido le regaló tras encontrarlas en la basura hace ya tiempo. Desde entonces las instantáneas permanecieron guardadas en un archivo que se fue ampliado con otras compradas en rastros. Durante estos años Herbello esperó al momento oportuno para desarrollar un hecho que le intriga de forma especial: Cómo los recuerdos ajenos se diluyen desde el momento en que uno decide deshacerse de ellos. Al sustituir la plata por las semillas, a su juicio, "subliña a nosa propia condición caduca".