Pese a nacer en Suiza (1977), la obra de Fran Herbello está fundida con el escenario natural de Aldán, en donde reside desde muy joven. No solo por sus impactantes intervenciones en los árboles que dejó en el barrio de Gandón, sino también por su cicli de obras "Teas de Alivio" (2011), marcado por la dramática desaparición de un abuelo en un naufragio. Su proceso creativo surge en el ámbito de la fotografía y fue registrando una auténtica revolución del concepto fotográfico, introduciendo elementos orgánicos en las fases químicas del género.

La obra expuesta en Compostela no supone la primera vez que escoge la naturaleza como eje reactivo, pues su trayectoria está llena de experiencias vinculadas a la inestabilidad material, tendencia que él mismo atribuye a la influencia del entorno en el que se crió.

Fran Herbello es por lo tanto un fotógrafo heterodoxo, con una obra en la que los procesos de revelado le interesan más que el encuadre. Comprendió durante sus estudios en la facultad que en realidad "pensaba coas mans". Como consecuencia se siente más cómodo investigando y proyectando que fotografiando, pero deja claro que su trabajo participa de "aspectos propios da linguaxe da fotografía".