"Moderadamente satisfecho". Así salió el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos (ACE) de la reunión con el gerente provincial del Catastro, Fernando Baena, a la que acudió acompañado por el concejal de Hacienda, Mariano Abalo, para buscar una solución al conflicto generado por el cobro del IBI tras los nuevos valores por la regularización de 2014-15. El Concello reprochaba que en agosto empezaron a llegar los nuevos recibos a vecinos sin haberle contestado a sus alegaciones por errores al alza en los valores, mientras que Catastro aseguraba que solo se remitieron a los contribuyentes sin alegaciones pendientes o resueltas.

La Dirección General del Catastro ni mintió ni dijo toda la verdad, según se desprende de la reunión, que se prolongó por espacio de hora y media. Pazos asegura que el último documento que el Catastro envió al Oral con las notificaciones fue del 1 de julio y en ese momento había presentadas 825 alegaciones de cangueses, de las que estaban contestadas, es decir con el expediente cerrado, 48, que recibieron los nuevos valores. Por lo tanto, la mayoría está sin contestar. Añade que en esta tramitación hubo una "incidencia", como así la denomina el alcalde, que fue la que dio lugar al problema que se generó en Cangas con vecinos que presentaron alegaciones pero que recibieron igualmente los recibos con los nuevos valores al alza. Entre estos podría estar el caso de la famosa vivienda con una piscina móvil a la que el Catastro hace cotizar como una piscina de construcción. Los datos debieron de recopilarse de vistas aéreas para hacer las fichas que reflejan la piscina desde arriba.

La incidencia a la que alude Pazos consistió en que después de que el documento del padrón llegara al Oral de Cangas el 1 de julio, llegó también al Catastro un paquete de 214 alegaciones de cangueses cuando ya estaba cerrado el plazo en Hacienda "pero que procedían de la periferia, es decir del Concello o de la oficina del Oral de Cangas" y estaban consideradas como no presentadas en Hacienda. Se supone que esa gente a la que no contestaron las alegaciones, les enviaron los recibos de 2016, con los nuevos valores al alza, cuando el acuerdo era que para aquellas personas que hubieran alegado y no tuvieran todavía respuesta se iba a mantener el mismo recibo anterior.

Pazos asegura que a los vecinos que presentaron alegaciones en plazo recibieron los recibos "congelados" de 2015 y, sin embargo los de estas 214, como en Hacienda no tenían constancia de ellas, recibieron el nuevo "como si no presentaran alegación".

El alcalde asegura que Catastro se comprometió ayer a estudiar estas alegaciones y a darles prioridad y aconseja a los afectados a que esperen hasta primeros de octubre a pagar el recibo, ya que hay plazo hasta el 31 de octubre, para ver si en este tiempo les llega la respuesta a la alegación: "Si llega no habrá ningún problema". Otra cosa es, añade, que de aquí a octubre no llegue ninguna respuesta de Catastro. En este caso aconseja que individualmente los vecinos presenten un escrito, con fotocopia del recibo y de la alegación, indicando que siguen sin contestación y solicitando la suspensión temporal del cobro mientras no la haya". Asegura que Catastro "cuenta con contestar en este tiempo, pero por si acaso, los vecinos deberán de hacer este trámite".

Con respecto a las alegaciones que lleguen rechazadas, Pazos recuerda que los vecinos tienen un mes para interponer recurso y dice que el Concello "pondrá medios para presentarlos".

En cuanto al motivo de que estas alegaciones hubieran llegado fuera de plazo, Pazos dice que fueron presentadas desde los servicios periféricos -Concello u Oral- pero "ya estaban mandados los datos. Habría que preguntar a Baena por qué Catastro no dio un tiempo prudencial para la recogida de más alegaciones que pudieran llegarle, aunque creo que el envío de los padrones está estipulado por ley y ellos acabaron la revisión el 30 de marzo".

Pazos reconoce que salió medianamente satisfecho de la reunión, que el acuerdo "soluciona el problema de esta gente a la que se envió los recibos sin contestar la alegación, pero habrá que ver cómo son respondidas las alegaciones. Todo dependerá de las que se estimen y las que no. Habrá alegaciones que tengan razón y a las que no se les va a dar, esto siempre pasa, pero para eso está el recurso y desde el Concello los apoyaremos".