La Romaría de Darbo volvió a revivir una de sus tradiciones más esperadas con la representación de su danza y contradanza. Alrededor de las dos menos diez de la tarde, los 16 bailarines encargados de representar esta danza -11 hombres y 6 mujeres-, acompañados por un gaiteiro y un pandereteiro, hicieron sentir el sonido de sus castañuelas en la explanada de la iglesia de Santa María de Darbo. Poco antes, a las doce y media del mediodía, se llevaron a cabo los actos religiosos con la misa al aire libre y posterior procesión en honor a la Virgen de Santa María de Darbo.

Durante la danza, esta imagen religiosa observó los pasos de baile de los danzadores junto a cientos de personas que, en ese momento, intentaban soportar el sol plomizo que caía sobre sus cabezas. Fueron muchos los que desenfundaron sus paraguas o, tirando de imaginación, convirtieron las hojas de periódico en un sombrero improvisado para intentar sobrellevar las altas temperaturas.

La danza comenzó con los bailarines dispuestos en tres filas. Cinco hombres a cada lado y, en el medio, cinco mujeres. Al frente de todos ellos estaba el guía del baile, Miguel Sotelo. Ataviado con un chapeo repleto de plumas de pavo real, fue el encargado de marcar los pasos de sus compañeros. Ellos también portaban los trajes tradicionales de este festejo. Las mujeres vestían con largas faldas de color blanco con puntillas, mandiles negros, camisas blancas y flores en el cetro que llevaban sobre la cabeza y en los paños que portaban a los hombros y al cuello. Los hombres, más sencilos, llevaban pantalones y chalecos negros con camisas blancas y chapeos. En ellos, lo que más sobresalía en su atuendo eran los largos pendientes dorados que colgaban de sus orejas.

La gran protagonista de ayer, fue la joven Ana de Sá Martínez que, con tan solo 15 años, disfrutó de su primera actuación en la danza de Darbo. Aunque los nervios se reflejaban en su rostro, su desparpajo y buenas maneras consiguieron integrarla rápidamente en el grupo. Durante la danza, no se notó que era su primer año en este baile. Entre ruedas y cambios de sentido la danza fue desarrollándose hasta que acabó a las dos y cuarto de la tarde. Justo en ese momento, el entorno de la iglesia parroquial de Darbo ensordeció con los aplausos a los 16 bailarines.

Miguel Sotelo, guía de la danza, se mostraba tranquilo antes de comenzar el baile. Natural del lugar de Balea, explica que " son o encargado de guiar ao resto de compañeiros durante a coreografía". Tras 22 años participando en la danza, se nota su experiencia en cada uno de sus pasos al frente de la danza de Darbo. Aún recuerda con claridad el año 1986 en el que se recuperó este baile, y comenta con un deje de nostalgia que "cando empecei nisto faltaban homes para bailar e agora sobran". Actualmente, todos los integrantes de la danza de Darbo son de la parroquia. Además, para ingresar en este grupo de bailarines hay lista de espera debido a que, como mucho, solo se suelen renovar dos puestos por año. Vecinos de todo Cangas quieren participar en el baile, pero los de Darbo tienen preferencia sobre el resto de habitantes de las parroquias del municipio.

Iria Paredes es una de las bailarinas de esta danza. Ella lleva diez años participando en el baile y ayer fue una de las grandes protagonistas de la actuación. Poco antes de que comenzara comentaba que "lo que hacemos no es solo una cuestión religiosa o una tradición familiar, es algo que nos despierta un fuerte sentimiento debido que todos somos de aquí". Esa unión que tienen con su comunidad les impulsa a unirse año tras año para empezar unos ensayos que arrancan a principios de agosto, "nos reunimos en la explanada de la iglesia y en el colegio de San Roque para preparar el baile", explica Iria.

Misa y procesión

Además de la danza y contradanza de Darbo, ayer también se celebró, desde las doce del mediodía, una misa y procesión en honor a la Virgen de Santa María. Pocos minutos antes, la Banda de Música de Meaño guiaba con sus acordes a los feligreses que, por todos los caminos de los alrededores, se disponían a acudir a los festejos. A la misma hora en que empezó la homilía, los chiringos de las Fiestas de Darbo estaban repletos de comensales dispuesto a probar algunos de los platos estrella del festejo como las sardinas o el pulpo á feira.

Sin embargo, la mayoría de la gente se concentraba en la explanada de la iglesia para seguir los actos religiosos. Durante la misa, la Coral Lestonnac de Cangas entonó algunas de sus canciones para amenizar la ceremonia. Manuela Menduíña es una de los 30 integrantes que forman esta agrupación. Asegura que "para nosotros este día es algo muy emocionante, es un honor poder cantar a la Virgen de Darbo", señala.

Cuando terminó la misa, la mayoría de los feligreses allí congregados participaron en la procesión. La Virgen de Darbo salía acompañada por la Banda de Música de Meaño y por los 16 bailarines de la danza y contradanza. A ambos lados de ella, enormes filas de personas ataviadas buena parte de ellas con velas.

Representación política

En la procesión también hubo algunos cargos políticos de Cangas. El Partido Popular desplegó ayer en Darbo a buena parte de sus concejales con la presencia de Rafael Soliño, Dolores Hermeno, Francisco Soliño y Pillo Millán. Por parte del Partido Socialista acudió hasta las celebraciones el portavoz municipal, Alfredo Iglesias. Además, también estuvo presente José Luis Gestido, edil de Cangas Decide. Ningún miembro del tripartito que gobierna Cangas participó en los actos religiosos. Sin embargo, tanto el alcalde, Xosé Manuel Pazos, como la teniente alcalde, Mercedes Giráldez, sí se encontraban en el entorno de la fiesta.

El acuerdo de la Junta de Gobierno, por el cual los miembros de BNG, ACE y ASpUN no acuden a actos religiosos, sigue provocando debate entre los miembros del Concello de Cangas. Alfredo Iglesias, reiteró que para él "si es importante ir a este tipo de actos porque significa estar al lado de la gente". Además, el líder socialista cangués explica que "nuestro partido recibió una invitación para acudir y nos parecer importante hacerlo", señala.

Seguridad

Las celebraciones de ayer es se desarrollaron en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. En él participaron Policía Local, Protección Civil y una ambulancia del 061. Desde primera hora de la mañana el tráfico fue cortado en los accesos al campo de la fiesta de Darbo y se dispuso de un perímetro de seguridad, que vigilaron cinco voluntarios, para proteger el entorno de la iglesia.