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Portos embarga las jaulas de Loitamar un año después de paralizar su retirada del mar

El propietario asegura que no fue notificado e insiste en que le otorguen un permiso para retirarlas -Dice que no se hace responsable de los daños que causen en invierno

Las jaulas de Loitamar, ayer, desde el patio del colegio de Domaio. // Gonzalo Núñez

Portos de Galicia instaló unos carteles en las jaulas de la antigua cooperativa de producción de rodaballo Loitamar en los que se advierte de que estas estructuras que todavía están fondeadas frente a las costas de Domaio están "incautadas por la Xunta". Así lo advirtieron ayer desde la asociación de vecinos O Monte Faro que vuelve a exigir una solución que pase por la retirada de las estructuras metálicas sin uso y que todavía están fondeadas.

En octubre se cumplirá un año desde que Portos retiró el permiso para sacar del agua y despiezar en la rampa de varada de Domaio estas estructuras. El permiso lo tenía una chatarrería de As Neves que compró las jaulas en una subasta para fundir y vender el hierro. El responsable de esta empresa -Import-Export Martínez Souto- reconoce que tiene conocimiento de estos carteles instalados por Portos pero alega que no recibió ninguna notificación oficial por parte del organismo gallego.

"El asunto está en manos de mis abogados. Las jaulas las compré yo y no me las pueden embargar. Si la Xunta las quiere las tendría que comprar", relata el responsable de la chatarrería para insistir en que lleva casi un año pidiendo un nuevo permiso para poder retirar las estructuras.

Entiende que estos carteles se instalaron después de que personal de la Xunta tuviese que retirar dos jaulas que se soltaron. Los propietarios señalan que remitirán un escrito a la Xunta "eludiendo toda responsabilidad en el caso de que una jaula se suelte y cause daños. Porque no nos dejan sacarlas del mar". En estos momentos quedan unas 300 jaulas en el mar de unos 24 metros cuadrados cada una por 2,5 metros de profundidad. Antes de que se paralizase la retirada por quejas debido a suciedad y malos olores se habían retirado la mitad.

Desde la empresa propietaria lamentan también que el precio del hierro se redujo a la mitad con respecto a cuando hicieron la compra.

El colectivo vecinal Monte Faro, por su parte, recuerda que en primavera Portos prometió dar una solución a este problema. Insiste también en la retirada de la gran tubería construida en su día en el puerto de Domaio. Reclamación que realizan también desde la cofradía de pescadores.

Asimismo, los vecinos recuerdan el compromiso de presentar un proyecto para concluir el paseo marítimo de Domaio. El colectivo vecinal iba a recibir ese proyecto en un mes tras la reunión de abril y de momento no tiene noticias. El Concello también se dirigió a Portos con esta demanda en las últimas semanas.

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