El alcalde, Abel Caballero, encargará mañana a la Gerencia de Urbanismo iniciar el diseño de los usos públicos de La Panificadora dentro del plan que promueve para recuperar el antiguo complejo fabril mediante una asociación con la Zona Franca. El trabajo incluirá la definición de los usos y su localización concreta, el estudio de viabilidad económica, y la fórmula urbanística que se aplicará para cambiar la clasificación de la parcela, calificada ahora mayoritariamente como residencial y comercial en el Plan Especial del Casco Vello.

Además quedará fijado qué edificaciones se conservan. "Se mantendrá lo máximo posible", explica Caballero, quien afirma que todo el proceso se realizará "de forma dialogada con la ciudad".

El alcalde llevará al pleno de Zona Franca su plan a principios de septiembre. Una vez que obtuviese el respaldo su intención es que el Consorcio se incorpore de inmediato al estudio de los usos para establecer cuáles desarrollaría en los terrenos que pasarían a ser de su titularidad. Paralelamente se negociará con los propietarios de La Panificadora un acuerdo de compra. Caballero plantea que el organismo estatal aporte dos tercios del coste, mientras que el Concello afrontaría la cantidad restante. En caso de que no hubiese acuerdo con los dueños se iría a la expropiación. El Ayuntamiento prevé completar en año y medio el cambio de la clasificación urbanística.