En Pontevedra y en las demás provincias gallegas logran posiciones de salida en las listas de En Marea personas a las que se presupone de antemano un muy corto recorrido político. Logran plaza en la pole esos jóvenes que, como diría Pablo Guerrero de Pedro Rodríguez, "sabe inglés que aprendió de noche en un mesón. Esos que ahora lideran las listas forman parte de esa generación que aprendió la política en el facebook o en twitter (150 caracteres). En ese mundo digital dominan la política, pero el cuerpo a cuerpo les cuesta mucho más. En los mítines recientes que hubo en la comarca de O Morrazo con motivo de las elecciones Generales, hubo quien no pudo ocultar es vergüenza ajena que produce escuchar a alguien que lo está haciendo realmente mal. Esos que muchos se empeñan en llamar dinosaurios de la política se los comieron. Y si el cuerpo a cuerpo les cuesta, mucho más el trabajo de puerta a puerta, de colocar carteles de realizar pintadas. En Anova hay mucha gente que tiene la sensación de que son los que combaten en las trincheras, la patrulla de reconocimiento, el escuadrón suicida, mientras que Podemos está para las medallas, con esa ropa de marca de Pablo Iglesias, donde lucen mejor las insignias.
De momento no hay rebelión. Los resultados aún son provisionales, pero que a nadie le sorprenda que los definitivos marquen ya una diferencia que después se pueda ver reflejada en el Parlamento de Galicia. Pero lo cierto es que Podemos jugó con las reglas que quería En Marea y ganó. Eso va a ayudar a que los descontentos les cuesten más alzar la voz o esperen algo más de tiempo para hacerlo. Estas primarias sirvieron para elegir candidatos, pero también para aumentar el número de rebotados. Anova e Izquierda Unida pierden el protagonismo que querían tener en estos comicios y lo hacen gracias al error de En Marea de imponer un sistema de primarias que no le favorecía. El famoso cambio se deja en manos de la inexperiencia política y de las luchas internas, todo por no tener la valentía de acudir sin la coletilla de Podemos al lado de En Marea.
En Cangas hay beligerancia con los resultados, pero se mantiene la ley del silencio. Se opta por no potenciar al Partido Popular con estas luchas intestinas en las que se ofrece una izquierda dividida. Así que no hay comentarios oficiales, ni buenos, ni malos, ni todo lo contrario. Pero lo cierto es que el concejal de ACE y líder de la Frente Popular Galega, Mariano Abalo, si se confirman los resultados de las primarias, acudirá en la candidatura de Pontevedra en el puesto número ocho, en vez de hacerlo de número 2, como era su propósito. La izquierda de Cangas y del Morrazo se queda sin la posibilidad de tener un representante en el Parlamento de Galicia, que se lo merecía tras los resultados obtenidos. ¡Y con eso también se contaba!
