El titular del juzgado de Primera Instancia número 3 de Cangas, David Pérez Laya, volvió a denegar la libertad de un miembro del clan gitano de los Morones, esta vez la de Olegario Giménez, el patriarca del clan que se encuentra en situación de arresto domiciliario desde el mes de abril. El letrado de Sinaí Giménez y de sus hermanos Saúl, Juan Paulo y Marino también presentaron otro recurso contra el auto del día 3 de agosto por el que se denegaba la petición de libertad.
El Fiscal también manifestó su oposición a acabar con el arresto domiciliario y en su escrito de impugnación del recurso del letrado de Olegario Giménez Salazar revela que la organización que dirige el clan de los Morones está vinculada a diversas empresa y personas jurídicas y cuyo uso estaría ínitmamente relacionada con los delitos de extorsión, "siendo preciso poner de manifiesto que se trata de sociedades mercantilmente irregulares, en las cuales aparecen como administradores o representantes, pero no como fundadores en algunos casos, donde aparece otras personas".
La lista de empresas a las que hace mención el fiscal son: "Federación Unida Sociedad Cooperativa, con domicilio en la calle Rotea de la Romana, número 24 de Tomiño, de la que nada sabe la Agencia Tributaria; Villavig Ciudad S.L, con domicilio social actual en la avenida de Finisterre 207 bajo de A Coruña, siendo, sin embargo, su domicilio anterior la misma dirección que la Gestoría de ATC Asesores Integrales, que gestiona todo lo relacionado con la cooperativa; Inversiones en Metales y Piedras Preciosas, con domicilio social en la calle Domingo Bueno, 10 5º D de O Porriño, la misma dirección que la empresa Ciudad del Salín Servicios Integrales, de la que la Agencia Tributaria tampoco tiene información; Cash Converty Sociedad Cooperativa Galega, con domicilio social en la calle Oporto 13, de Vigo; Ferias del Atlántico Sociedad Cooperativa Galega, con domicilio social en la calle Doctor Corbal, número 153 de Vigo y Chairas Sociedad Cooperativa Galega, en la que figuran directamente relacionadas con Nútica Feraru y Estela Fernández Areal, personal de confianza de Sinaí Giménez que se dedicaba a cobrar las
