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Plan municipal de supresión de barreras arquitectónicas

Cangas exigirá a todos los establecimientos que sean accesibles para darle licencia de apertura

-La ley ya pone este requisito a los nuevos locales, pero el Concello quiere que se adapten también los antiguos -El tripartito estudia con los técnicos incluir una cláusula que obligue a instalar rampas, interiores o exteriores

La concejala de Mobilidade, Lourdes Rial, acompaña a personas con discapacidad a visitar locales. // G.N.

"O Concello de Cangas esixirá que todos os establecementos teñan que ser accesibles para obter a licencia de apertura". El compromiso forma parte de la campaña "Cangas accesible" impulsada por la Concellería de Mobilidade e Transporte, que dirige Lourdes Rial, y que el Concello piensa llevar a la práctica a corto plazo. Aunque la legislación vigente ya obliga a suprimir barreras arquitectónicas en edificios de nueva construcción, el gobierno tripartito quiere que también se adapten los inmuebles antiguos, y especialmente si van a ser de uso público, como son los establecimientos comerciales. "Donde sexa posible, as rampas de acceso deberán ser interiores, e donde non haxa máis remedio, terán que saír cara á rúa", matiza la concejala de Obras e Servizos y alcaldesa en funciones, Mercedes Giráldez, que se coordina con su compañera de grupo para llevar a cabo los objetivos marcados.

"Un local accesible reúne receptividade, inclusión e non discriminación, onde priman a calidade e igualdade para todas as persoas, con independencia da súa capacidade ou preparación", explica el díptico de la campaña "Cangas accesible" que la Concellería de Mobilidade, en colaboración con la Asociación de Discapacitad@s de Cangas (Adisca), puso en marcha en las pasadas navidades para intentar que los comercios eliminen las barreras arquitectónicas existentes e identificar aquellos que ya lo hacen con una pegatina que contribuye a su puesta en valor. Los promotores encuentran "moita receptividade" de los comerciantes, muchos de los cuales ya han instalado rampas, y de las asociaciones Fecimo y Cangas Vella, que se han comprometido a "animar aos seus asociados para adoptar os locais e eliminar barreiras, sempre que sexa posible".

El Concello quiere dar ejemplo y también trabaja en la adaptación de los edificios públicos que aún presentan carencias. Es el caso de la antigua Cámara Agraria, a cuya entrada se ha dotado de una rampa exterior en las últimas semanas, y donde se activará el ascensor cuando estén definidos los usos, así como la Casa da Cultura de Rodeira, que también contará con aseos adaptados cuando reabra a principios de septiembre. Las mismas medidas se tomarán en el colegio Nazaret y ya se han ejecutado en la Granxa da Rúa, un requisito que la Xunta exige para poder impartir cursos formativos y la escuela taller. Más complicado, reconoce Giráldez, será buscar una solución para salvar los escalones de acceso a la zona de estudio de la biblioteca.

El tripartito pretende que en la adaptación de inmuebles no haya excepciones y no dependa solo de la voluntad de los promotores, sino también de la normativa municipal. La alcaldesa en funciones asegura que ya han hablado con la jefa de Urbanismo y la arquitecta del Plan Especial de Protección e Reforma Interior (Pepri) para incluir una cláusula que obligue a cualquier local de acceso público, incluidos los antiguos, a disponer de rampas con esa finalidad.

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