El barrio de San Lourenzo, en la parte alta de Domaio, concluyó ayer sus siempre concurridas fiestas anuales. Lo hizo con el segundo día de celebraciones, dedicado a Santa Bárbara. Por la mañana hubo misa seguida de una procesión por el atrio de la capilla. Los más fiesteros disfrutaron por la noche de la verbena, amenizada por la música de la orquesta Jerusalén y del Trío Formas.

Atrás quedan dos jornadas de fiestas. El atrio se llenó sobre todo con el día grande celebrado el miércoles, cuando centenares de fieles participaron en la misa al aire libre y en la procesión.

Ayer los vecinos de Domaio se resistieron a dejar las fiestas por este año y prolongaron el baile hasta bien entrada la madrugada.