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Los técnicos urgen asegurar hasta 300 metros de la barandilla de Pescadoira por riesgo de caída

Constatan la falta de seguridad en la estructura

El tramo afectado por el derrumbe y parte de la zona con riesgo de caída, en Pescadoira. // G.Núñez

El oficio y el informe remitidos por el Concello de Bueu a Portos de Galicia advierten del precario estado que presenta la balaustrada del paseo marítimo de Pescadoira. El encargado de elaborar el dictamen fue el arquitecto municipal, que tras comprobar el estado de la estructura retiró incluso algunas de las piezas "preventivamente" debido a la "falta de solidez" del tramo afectado. La conclusión de su dictamen técnico es que resulta urgente una actuación de consolidación de la barandilla de todo el tramo afectado, que abarca una longitud de 300 metros.

La documentación fue enviada ya al ente público Portos de Galicia, que es la administración con competencias en este tramo del frente litoral buenense. El arquitecto municipal explica que tras el accidente del domingo y tras conocer el primer informe de la Policía Local procedió a realizar un análisis de la solidez del resto de la barandilla. Esa inspección sirvió para constatar que "en muchos tramos existe falta de rigidez en las uniones entre los balaustres [las piezas centrales de piedra] y su base y entre entre estos y la tapa superior". Esto implica "riesgo cierto de caída" ante un empuje horizantal inferior a los 100 kilogramos-fuerza.

Ante esta situación la propuesta que realiza el técnico municipal pasa por proceder con "carácter urgente" a consolidar y asegurar un tramo de balaustrada de 300 metros. La solución técnica que propone el arquitecto del Concello de Bueu pasa por desmontar las tapas superiores y los balaustres centrales. Para asegurarlos y evitar que se repitan accidentes como el del domingo propone que esas piezas centrales se fijen tanto a la base como a la repisa superior con tornillos metálicos de 12 milímetros de diámetro y 20 centímetros de largo.

La ausencia de este tipo de anclaje se apunta como una de las posibles causas del incidente ocurrido el domingo ya que los balaustres apenas estaban sujetos con una especie de mortero. Una de las piezas llegó a alcanzar a un chico de 12 años de edad, que se encontraba en la rampa de bajada a la playa debido a la pleamar, y le provocó la fractura de tres dedos de un pie. El joven tuvo que ser trasladado primero al centro de salud y luego al Hospital Provincial y de la evolución de las próximas semanas dependerá que tenga que ser operado o no. La familia reclamaba esta misma semana una reparación urgente para evitar nuevos accidentes ya que las consecuencias de un nuevo desprendimiento podrían ser mucho más graves.

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