La balaustrada del paseo de Pescadoira dio un buen susto este fin de semana al desprenderse uno de sus tramos. Ese susto fue mayúsculo para Cristian Ferradás González, de 12 años de edad. Él se encontraba en la zona cuando se registró el desprendimiento. Tuvo el tiempo justo para apartarse, aunque una parte de la estructura le alcanzó en un pie. "Tiene tres dedos rotos y debido a las heridas que le provocó en la uña no pueden escayolarle el pie", explican los progenitores del chico, que viven a apenas unos metros de donde ocurrió el suceso.
La familia respira con un alivio contenido, consciente de que al joven le queda un tedioso proceso de recuperación por delante pero que la situación pudo ser mucho peor. "Que lo arreglen ya porque puede pasar una verdadera desgracia. Hoy por la mañana [por ayer] fui a hablar con el guardamuelles y no sabía nada del asunto", aseguraba la madre.
El accidente ocurrió alrededor de las 20.30 horas del domingo, cuando la marea estaba en uno de sus puntos más altos. En esos momentos el mar cubre completamente la zona del arenal y los bañistas y usuarios se colocan en la rampa de acceso, situada justo bajo bajo la balaustrada. El tramo que se desprendió estaba en la parte más cercana a la rasante del paseo y afectó al joven Cristian, que estos días tiene que realizar varias pruebas médicas y depende de una silla de ruedas. "No pueden escayolarle el pie, no puede apoyarlo y no le queda más remedio que moverse en una silla de ruedas", explica su madre. Además aún está pendiente de valorar una posible operación quirúrgica. "A raíz de la fractura le quedó una pequeña astilla en un dedo y hay que ver como evoluciona en las próximas cuatro semanas. Si el hueso no se une bien o pierde movilidad habría que operarle", cuentan los padres, Eligio y Susi. Lo que es seguro es que Cristian no podrá empezar la temporada con el equipo de infantiles del Club Deportivo Bueu, en el que milita.
La familia advierte de que el tramo contiguo al que se desprendió también presenta una situación preocupante, con seria amenaza de venirse abajo. "Las piezas centrales están apenas sujetas con una masilla, no hay ninguna varilla de acero", lamentan. Esta posible deficiencia constructiva también la han hecho constar los técnicos municipales en su informe.
La familiadel joven herido recuerda que el paseo de Pescadoira es una zona muy transitada, tanto por usuarios que acuden a la playa como por vecinos y visitantes que pasean por la zona. "Hay mucha gente que se apoya sobre esa barandilla. ¿Qué hubiese pasado si se cae en ese momento o si le cae a alguien encima?", argumentan. Los padres del menor aún se encuentran en estado de "shock" y valorando las medidas a adoptar. El joven tuvo que ser evacuado por la ambulancia del 061 y en un primer momento fue trasladado al Punto de Atención Continuada (PAC) del centro de salud de Bueu, donde la administraron calmantes y enseguida fue derivado hacia el Hospital Provincial de Pontevedra.
Ayer mismo desde el Concello de Bueu confirmaban que se había remitido un oficio e informe técnico a Portos de Galicia para que acometa una actuación cuanto antes y se valora incluso la posibilidad de acotar aún más el área de peligro.
