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Restricciones en el espacio natural protegido

La Policía Autonómica multa a percebeiros de Cangas por aparcar en zonas de Red Natura para ir a faenar

Medio Ambiente sanciona por coches estacionados fuera de la explanada habilitada en Melide -Los afectados alegan que deben dejarlos cerca para trasladar sus pertrechos -El alcalde apoya a la cofradía y pide soluciones

Faenar en los acantilados de la costa de Soavela tiene para los percebeiros de Cangas un peligro añadido al del embate de las olas contra los acantilados: las multas que les imponen agentes de la Policía Autonómica por aparcar sus coches en zonas próximas a sus lugares de trabajo incluidas en la Red Natura. En los últimos meses, los profesionales del mar han recibido varias notificaciones de sanción, por importe de 200 euros, por estacionar en lugares cercanos a Cabo Home que no están habilitados para ello, y en algún caso, incluso cuando los afectados estaban colaborando en las labores de rescate de un pescador que falleció en las rocas de Cú do Lobo. "Os mariñeiros imos alí a traballar, non de paseo", protesta el patrón mayor de la cofradía San Xosé, Javier Costa, que advierte de las dificultades que entraña para los percebeiros tener que aparcar en la zona habilitada próxima a Melide y cargar con los pertrechos hasta los acantilados, por lo que insta a las autoridades a establecer "excepcións razonables" a la hora de multar.

Pero La situación no es nueva. En varias ocasiones durante los últimos años, los percebeiros fueron objeto de sanciones por agentes de la Consellería de Medio Ambiente, aunque finalmente quedaron aparcadas porque la Xunta entendió los argumentos de los profesionales del mar y archivó el cobro en base a esas razones. Los coches de los percebeiros están identificados con una tarjeta sellada por la cofradía y por el Concello, que además tienen una relación de marineros y vehículos, con sus respectivas matrículas, que faenan en las proximidades de la costa y acceden desde tierra cuando las condiciones del mar no permiten hacerlo desde sus embarcaciones. "Pero agora o problema é coa Policía Autonómica; ou mellor dito con algúns axentes que non teñen en conta estes motivos e agárranse á norma para multar", explican algunos afectados, que no entienden por qué se les trata "como se foramos domingueros que imos aló por capricho".

El asunto se incluyó en la agenda de la reunión que mantuvieron el lunes por la tarde el alcalde, Xosé Manuel Pazos, y representantes del cabildo, encabezados por el patrón mayor y por el gerente de la cofradía, David Fernández. El regidor coincide con sus argumentos de y considera que "unha ducia de coches" -en Cangas hay alrededor de 55 percebeiros, aunque no todos están operativos y además se juntan para desplazarse en el menor número de vehículos- "teñen un impacto mínimo" en el entorno, y reclama "flexibilidade" a la hora de aplicarles sanciones porque se trata de su medio de vida y de no añadir dificultades a las muchas que ya tiene su oficio. "Pedirei unha reunión coas autoridades correspondentes para tratar de buscar unha solución ao conflicto", anuncia Pazos.

Tras la llegada de la última tanda de multas, las cofradía presentó un recurso ante Medio Ambiente, aunque las alegaciones no prosperaron y se pasaron al cobro. Los afectados insisten en que sus condiciones de trabajo les obligan a estacionar los coches cerca de los acantilados donde bajan a faenar, para ahorrar trayecto. Añaden que el número de vehículos que desplazan es practicamente simbólico frente a las aglomeraciones que sufre la zona, sobre todo los fines de semana y en los meses de verano, sin que se perciba semejante actividad sancionadora.

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