El Arzobispado ya tiene conocimiento de la situación de "conflicto social" que vive la parroquia de Coiro y cuyo principal responsable, a juicio del alcalde, es el párroco, Benito de la Iglesia. El regidor ya ha advertido del problema en una reciente reunión con el obispo auxiliar, al que ha pedido que tomen cartas en el asunto para evitar que las relaciones vecinales se deterioren y que el cura siga utilizando el púlpito para azuzarlo.

Pazos da la razón "practicamente en todo" al concejal José Luis Gestido, que esta misma semana denunció la actitud del párroco en relación a las fiestas del Divino Salvador. A pesar de los intentos de mediación, finalmente los festejos se celebraron en la explanada del estadio de atletismo -excepto el programa religioso- porque Benito de la Iglesia se negó a ceder el atrio debido a un "enfrentamiento personal" con el presidente de la comisión organizadora, Miro Martiñán. "Se o adro é da Igrexa e o cura non permite darlle un uso público nin celebrar alí as festas, desde o Concello non lle imos conceder contrapartidas", advierte el alcalde, "e polo tanto que se encarguen eles do seu acondicionamento e limpeza".

El mandatario municipal recuerda que el origen del conflicto con el presidente de la comisión deriva precisamente del proyecto de reforma del atrio, aunque recalca que el enfrentamiento del párroco no es con una persona a título particular, sino "con máis da metade da parroquia e mesmo con este Concello", a algunas de cuyas citas no ha comparecido. A pesar de las diferencias y del "serio risco de conflicto social", Pazos anima a resolverlo por la vía del diálogo. Lo que no ve viable, alega, es que el Concello asuma la titularidad del atrio, como propone José Luis Gestido, porque es propiedad de la Iglesia, aunque sí "analizar outras fórmulas".

Al mismo tiempo, varios vecinos de la parroquia de Coiro trasladaron ayer a este periódico sus quejas por el comportamiento del cura y por la "división do vecindario que fomenta con este tipo de actuacións arbitrarias".