El Arzobispado de Santiago no ve con buenos ojos la retirada de símbolos franquistas de la excolegiata de Cangas, como la relación de los "caídos por la patria" que figura en su fachada. Es lo que se desprende de las palabras y la expresión del alcalde, Xosé Manuel Pazos, y el concejal Xoán Chillón tras reunirse con el obispo auxiliar, Jesús Fernández, que les trasladó la necesidad de iniciar un procedimiento largo, engorroso y sin garantías de que fructifique, como le ha sucedido a otros municipios que iniciaron esa vía, sin éxito. Los primeros pasos serían remitir formalmente la solicitud, que se comunicaría a las familias de las personas que figuran en dicha lista para que puedan presentar alegaciones, y pedir permiso a Patrimonio para retirar las letras siguiendo sus instrucciones, entre otros formalismos que apuntan a que el asunto irá para largo, aunque el tripartito no tiene intención de desistir y anuncia que "iniciará xa" dichos trámites.
La retirada de símbolos franquistas ya fue reclamada hace una década por la Corporación que encabezaba Clara Millán, sin obtener resultados. También forma parte del acuerdo de gobierno entre los grupos del tripartito (ACE, BNG y AspUn) y de un reciente acuerdo plenario que incluye las fuentes y lavaderos, de los que recientemente se retiró dicha simbología, como el yugo y las flechas falangistas.
El Concello está dispuesto a dialogar con todas las familias afectadas para "buscar un arreglo" que satisfaga a las partes. Considera que el Arzobispado de Santiago pone más problemas que otras diócesis para cumplir la ley de memoria histórica, aunque no ceja en su pretensión.
