Moaña cerró ayer la XXXII edición del Festival Intercéltico do Morrazo, en la que el Concello apostó por reforzar le programación con cuatro días de actividades y música. Ayer más de 3.000 personas se citaron ante el palco de la alameda para escuchar la música de los gallegos Xarabal, una de las bandas de gaitas más reputadas a nivel internacional de toda la comunidad. Inició su actuación con un pasacalles por la alameda e invitaron a Anxo Lorenzo a participar en un tema.

El numeroso público disfrutó después con los portugueses Galadum Galundaina. Con más de dos décadas sobre los escenarios, el conjunto luso mostró lo más destacado de la identidad cultural de Terras de Miranda, en el distrito de Bragança, un área con lengua, identidad e instrumentos propios como la gaita mirandesa.

Pero el plato fuerte fue la actuación conjunta del escocés Ross Ainslie y del irlandés Jarlath Henderson. Dos virtuosos de la gaita de los respectivos territorios. Ainslie está considerado como uno de los cinco mejores gaiteiros del mundo y mostró sus característicos sonidos jugando con tuberías, silbidos o tocando la cítara. El colofón lo pusieron las colaboraciones de músicos que se pasaron estos cuatro días por el palco.

Las actividades de ayer incluyeron una master class impartida por los componentes del trío irlandés Blackie O´Connell. En la Casa da Música los asistentes aprendieron, de músicos reputados, cómo tocar correctamente una gaita irlandesa y el whistle o flauta irlandesa.

Los conciertos se prolongaron hasta la madrugada y el concejal de Cultura, Salvador Meira, concluyó el evento con una valoración positiva ante la respuesta del público. Destacó la buena acogida de un Intercéltico reforzado que llenó los hoteles de la villa durante todo el programa.