La corporación de Moaña mostró su respaldo a la Festa do Mexilón y a la labor de la Asociación de Mulleres de forma casi unánime, con la única excepción del edil de XM, Javier Carro, que se ausentó tras haber mostrado reticencias con una moción que a priori no ofrecía ningún aspecto polémico. Lo hizo después de un primer turno de intervenciones y de que Carro solicitase un receso para que se reunieran los representantes de todos los grupos con el colectivo. 18 minutos duró un parón en el que poco a nada se arregló, ya que a continuación el concejal de XM optó por no entrar en votación y abandonar momentáneamente el pleno.

Concha Trigo fue la encargada de ejercer de portavoz para leer una moción que lo único que buscaba era expresar un apoyo tanto a la fiesta como al colectivo de mujeres moañesas. Los portavoces de BNG, PSOE y PP coincidieron en destacar la relevancia del certamen gastronómico y el trabajo desarrollado por la asociación, ofreciendo su voto a favor. Carro intervino entonces para articular un discurso sin concreción en el que habló de cumplir con la legalidad y de clarificar cuestiones. La regidora, Leticia Santos, intervino para explicar que la moción no entraba en ninguna cuestión conflictiva, pero accedió, al igual que el colectivo y los otros grupos, a celebrar la reunión.

A la vuelta de la misma Carro señaló que habrá tiempo para hablar, mientras que Santos subrayó que la fiesta cumplía la legalidad, algo en lo que ahondó posteriormente Concha Trigo. "Facemos a comida nun comedor, nunha cociña dun colexio que pasa todas as revisións e cumprimos con todos os requisitos que manda a lei", sentenció.

El pleno sirvió también para oficializar la renuncia de la popular Raquel Carro, que fue agasajada con un ramo de flores por sus compañeros de partido. Fue el punto final a una de las sesiones que congregó más unanimidad. La hubo en la designación de los festivos de 2017 -San Benito y San Martiño, al ser el Carmen un domingo- y en la elaboración de un plan municipal para dotar de desfibriladores las instalaciones municipales, a iniciativa del PP, aunque con ligeras modificaciones. También las hubo en la moción del BNG para recuperación de la memoria histórica y condenar la dictadura franquista. Y también en otras dos mociones: la de Carro para realizar labores de desbordes y retirada de ramas en viales, y la de la Asociación Monte Faro de Domaio para aprobar la toponimia de la parroquia, recopilada por ellos en una ardua labor.