Los hospitales y el Congreso de los Diputados han sido los espacios que han marcado la carrera Nines Maestro (Medina del Campo, 1959). En la cámara baja, ha pasado tres legislaturas como diputada de la formación Izquierda Unida (1989-2000). Ingresó en este partido político desde las filas del Partido Comunista en un tiempo donde pretendían disputar la hegemonía de la izquierda al Partido Socialista. Esta experiencia, junto a muchas otras, le ha servido para diseccionar la vida política española y seguir apostando por el comunismo como proyecto político. El viernes, desde las 20.30 horas en el salón de plenos del Concello de Cangas, la exdiputada será la encargada de pronunciar una charla titulada "A Sanidade Pública, Dereito ou Privilexio?"
-Haciendo referencia al título de la charla que pronuncia mañana, ¿se está convirtiendo la sanidad en un privilegio?
-La sanidad pública de calidad está desapareciendo en beneficio de la privada. Hay que tener en cuenta que no es cierto que la sanidad privada sea de mayor calidad que la pública. Además, lo privado tiene como objetivo la obtención de beneficios y esto tiene consecuencias gravísimas sobre las personas.
-¿Qué diagnóstico hace de los recortes en sanidad?
-El drama actual es que todos los recortes que se están haciendo en la sanidad pública nos llevan a que las empresas privadas sean las encargadas de gestionar los hospitales. Estas empresas pretenden hacer prevalecer el objetivo del ahorro por encima de los criterios de calidad de los servicios.
-En un futuro, ¿cuáles serán sus consecuencias?
-Si no hacemos nada vamos hacia la beneficencia sanitaria del modelo americano. Este sistema es el más caro del mundo y el que menos prestaciones tiene. Yo soy optimista, creo que la gente sabe que se está jugando cosas muy serias y en España todavía se recuerda los tiempos en que nuestros abuelos se arruinaban cuando alguien se ponía enfermo.
-Centrándonos en la actualidad política, ¿cómo valora la situación actual?
-A mí no me preocupa que haya gobierno de un color u otro. Mi preocupación fundamental es que los poderosos como la Unión Europea, el Banco Central Europeo o el Fondo Monetario Internacional, apoyados por los gobiernos de turno, sean más o menos fuertes para imponer a los pueblos del Estado español sus dosis de recortes.
-¿Considera un fracaso la alianza entre Podemos e Izquierda Unida?
-Hace doce años que dejé de pertenecer a Izquierda Unida. Salí, precisamente, porque me convencí, después de muchos años, de que la única preocupación de las cúpulas de Izquierda Unida era gobernar o hacer de partido bisagra y conseguir algún ministerio. Es lo mismo que están haciendo en estos momentos con Podemos. Izquierda Unida es el alguacilillo de Podemos. Ninguno de los dos es, además, una alternativa de izquierdas real.
-¿Lo pretende ser su proyecto Red Roja?
-En este momento no. Ahora mismo Red Roja es una organización comunista que pretende acabar con un sistema que está favoreciendo a los privilegiados. Todavía está por construir, pero tiene que ser una alternativa muy pegada a las necesidades de la gente. Además, no puede construirse sin que plantee la salida del euro, de la Unión Europea, de la OTAN y el derecho de autodeterminación de los pueblos.
-Usted fue miembro de los tribunales internacionales de 1996 y 2004 que investigaron los crímenes de guerra en Irak. ¿A qué conclusiones llegaron en el 2004?
-La conclusión fue que, como se ha sabido ahora, no había armas de destrucción masiva, Saddam Hussein no era más duro o criminal que otros dictadores de su entorno y que el trío de las Azores estaba integrado por criminales de guerra. Ellos son los responsables de haber llevado a Irak a la Edad Media y, por ello, de que hayan surgido organizaciones como Daesh.
