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Bernardo Vergara: "Soy más pobre tras dejar 'El Jueves', pero también soy mucho más feliz"

Su revista "Orgullo y Satisfacción" apuesta por un modelo de negocio sin ataduras

Guillermo Torres (izq.) y Bernardo Vergara (dcha.), en Cangas. // G.N.

El lápiz de Bernardo Vergara lleva toda la vida caricaturizando a la sociedad española. En 2014, junto a otros 18 dibujantes, abandonó la revista El Jueves tras el secuestro de una portada satírica sobre la abdicación de Juan Carlos I. Meses después, en la proclamación del nuevo rey, Felipe VI, sus viñetas ya estaban de nuevo en la retina de los españoles con la revista digital Orgullo y Satisfacción. Vergara estuvo ayer en el Auditorio de Cangas, dentro de la programación del Salón del Cómic y junto a su compañero Guillermo Torres, en una charla marcada por la irreverencia de sus protagonistas.

-¿Cómo nace Orgullo y Satisfacción?

-Cuando decidí dejar El Jueves, aposté junto a otros compañeros, que también se habían marchado, como Albert Monteys, Guillermo Torres, Manuel Bartual o Manel Fontdevila por fundar una revista digital. La dirigimos entre los cinco y contamos desde el principio con el resto de dibujantes que dejaron El Jueves.

-¿Qué tiene de diferente con respecto a El Jueves?

-El cambio fundamental es que no tenemos un amo. Nosotros no tenemos que rendir cuentas a nadie, solo a nosotros mismos. Tampoco tenemos publicidad porque creemos que al final es algo que acabas pagando de una manera u otra. Hicimos una apuesta por el digital y por la autogestión.

-¿Fue complicado apostar por este proyecto y abandonar su trabajo?

-Claro. Nosotros vivíamos de El Jueves, lo que hicimos fue un salto al vacío y sin red. Lo dejamos sin más. No podíamos consentir que en la revista hubiera censura por parte del editor. Antes de que la comprara RBA teníamos libertad creativa, jamás se había censurado una portada. La decisión de montar otra revista vino después de marcharnos.

-¿ Se ha llegado a arrepentir de marcharse?

-No. Soy más pobre, pero también soy mucho más feliz. En ese aspecto creo que todos los integrantes de Orgullo y Satisfacción no nos arrepentimos de la decisión tomada.

-La portada censurada era una crítica a la monarquía tras la abdicación de Juan Carlos I. ¿Son libres los dibujantes para criticar a esta institución?

-Depende del medio en el que trabajes. Nosotros podemos meternos con el personaje público que queramos. Hay gente más libre y menos libre, todo depende de con quién tengas tu contrato de trabajo. En Orgullo y Satisfacción hacemos lo que nos da la gana.

-Usted también colabora con Eldiario.es. ¿Tambén hace allí lo que le da la gana?

-A día de hoy, sí. Nunca me ha llamado nadie de Eldiario.es para decirme sobre lo que tengo que hacer mi viñeta. Después de que cerrara Público, Ignacio Escolar contactó conmigo para que volviera a trabajar con él. Hay una afinidad ideológica que hace que todo sea mucho más fácil.

-Como dibujante, ¿qué es lo que hace a las viñetas únicas para comunicar?

-Las viñetas de prensa tienen la gran ventaja de ser inmediatas cuando se consumen. Es algo que, por ejemplo, no tienen los artículos u otros géneros de prensa. Solo te hacen falta cinco segundos para verla y otros dos para reflexionar.

-¿Su profesión requiere una capacidad innata o un gran esfuerzo de aprendizaje?

-No creo en eso de que se nace teniendo un don para trabajar en esto. Requiere un aprendizaje y a lo largo de tu vida vas demostrando que es tu vocación. No hay facultades para este oficio, trabajar en esto es casi un ejercicio de cabezonería.

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