Decorado con una franja de pintura fosforescente para paliar problemas de visibilidad a los conductores, Portos reactivó ayer el bolardo de acceso al aparcamiento de la lonja de Cangas, que se ha convertido en el principal "punto negro" del tráfico en la comarca, al acumular más de una docena de accidentes en los últimos años. Los dos últimos fueron a principios de este mes de julio y acabaron con sendos coches en el taller y el dispositivo averiado hasta ayer, que volvió a ponerse en servicio para alegría de los usuarios con tarjeta y lamento de los que deben buscar estacionamientos alternativos.

Aunque los problemas con el sistema empezaron desde el mismo momento de su instalación -hace más de tres años, para sustituir una barrera de acceso que era destrozada cada dos por tres-, el grueso de los conductores no ha llegado a acostumbrarse a unas restricciones que buscan favorecer a los marineros y trabajadores del sector, que carecen de espacio para sus vehículos. En las últimas semanas, la situación se ha agravado por la presencia masiva de autocaravanas que pernoctan o se establecen durante días en el entorno de la lonja, provocando más quejas de los afectados.

Desde el Concello recuerdan que está disponible un aparcamiento libre y gratuito en los terrenos de la unidad de actuación 5 (Altamira) y se está delimitando una zona concreta para autocaravanas, que también disponen de un área de servicio en el entorno de O Gatañal. Los vecinos especulan sobre el tiempo que permanecerá activo el bolardo de la lonja hasta que algún otro vehículo se empotre.