El gobierno tripartito de Cangas sigue aplicando en el casco urbano la máxima de "las personas primero y los coches después" y ayer habilitó un gran paso de cebra entre los jardines de O Señal y Ojea que permite darle continuidad al tránsito de peatones que sufrían el "embotellamiento" en esta zona, en beneficio de los vehículos. Las modificaciones se llevan a cabo con informes de la Policía Local y de la Concellería de Obras e Servizos, que dirige la nacionalista Mercedes Giráldez, y que se está aplicando en los últimos días en otros puntos del entorno, como el tramo entra la Avenida de Ourense y la calle Félix de Ozámiz a través de la Praza das Pontes.

El plan también contempla la reubicación de varias jardineras de grandes dimensiones y la eliminación de barreras arquitectónicas y de irregularidades en el firme que dificultan el tránsito a personas en sillas de ruedas o con movilidad reducida, explican sus promotores.