Ni el alcalde de Cangas ni la Policía Local están cumpliendo los compromisos contraídos con los vecinos de la zona de la "movida" nocturna sobre control del consumo de bebidas en las calles, ruidos hasta altas horas de la madrugada, presencia de agentes y aplicación de la normativa sobre control de locales. Es lo que dicen los representantes de la asociación de vecinos Santiago Apóstol, que alegan que la convivencia y el descanso han pasado de ser difíciles a "insoportables" con la llegada del verano y la afluencia masiva de visitantes. "Las aglomeraciones de gente, incluso conatos de peleas, y el ruido hacen imposible descansar y conciliar el sueño", explican los afectados, que lamentan que llueva sobre mojado en este asunto y no se perciban soluciones.
"Nos sentimos desilusionados porque no se atienden nuestros problemas. Sufrimos un escrache permanente frente a nuestros domicilios y las autoridades no hacen nada", abundan, y dicen sentir "envidia y vergüenza ajena" al comprobar cómo en la noche de San Xoán abundaban los agentes patrullando la playa de Rodeira mientras en la zona de ocio nocturno brilla por su ausencia. Además, aseguran que no se hace una inspección exhaustiva de los locales, y en los que se lleva a cabo "se les avisa con suficiente antelación" para que les dé tiempo a tomar medidas. "No conocemos ningún órgano inspector que lo advierta con tiempo a los implicados", se sorprenden.
Asimismo, se quejan del incumplimiento de horarios de cierre (ponen entre los ejemplos un local de apuestas deportivas de la calle Redondela), la persistencia de terrazas que no se ajustan a la normativa y de la renovación de licencias a locales pese al compromiso municipal de aliviar la concentración en las calles más saturadas. También critican la "arbitrariedad" de los agentes a la hora de actuar cuando se les llama, en función de la interpretación que hagan de la normativa, y con la que se sienten "desamparados", principalmente los fines de semana.
