Moaña ya puede aprobar de forma definitiva ese 5% que le faltaba de su Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) cuando en 2011 lo aprobó la Xunta pero de forma parcial, dejando bolsas de suelo en suspenso, entre ellas las polémicas de Albariños, en Tirán; o la del suelo industrial de Cruz da Maceira. El gobierno local presentó ayer en la comisión de seguimiento del PXOM, bajo la presidencia del concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro, el documento que servirá para la aprobación definitiva del texto refundido en la Xunta. La intención del gobierno local, tal y como señala Barreiro es convocar un pleno extraordinario la próxima semana para poder llevar a aprobación este documento.

Las explicaciones a los representantes de los grupos de la corporación las dieron el arquitecto del Concello y el aparejador municipal sobre un trabajo que en su mayoría elaboró este departamento municipal, salvo la planimetría que fue adjudicada a la empresa "Ecoduas". El arquitecto desmenuzó una por una las respuestas que se van a dar a las objecciones que planteó la Xunta en la resolución de 2011 y que impidió la aprobación total del Plan Xeral. Asegura que muchas son correcciones de errores (pintar línea de color, corregir nomenclatura o establecer una traza diferente para zonas), también incluye la adaptación al POL (Plan de Ordenación do Litoral) y da respuesta a los suelos urbanos, urbanizables y urbanos no consolidados que quedaron en suspenso por la Xunta por considerarlos inviables o injustificables. En este sentido, el texto refundido dice adiós definitivamente al proyecto de la macro urbanización de Albariños, en Tirán, que en 2008 contemplaba la construcción de unas 400 viviendas en 328.700 metros cuadrados de terreno y que ya la Xunta había descartado su calificación en la propuesta del PXOMO como suelo urbanizable delimitado. Ahora Albariños figurará como suelo rústico de protección agrícola, con lo cual no se puede construir. Barreiro dice que la resolución de la Xunta ya decía que no era suelo urbano y que había que devolverle la calificación de rústico. El concejal añade que con otro tipo de protección sería más complicada su reversión o tendría un nivel de afectación muy superior: "Si fuera de protección forestal se podrían hacer explotaciones forestales y tampoco nos interesa. No queremos que se convierta en un plantío de eucaliptos. Con la protección agrícola defendemos un conservacionismo que nos interesa más desde el punto de vista urbanístico". Confirma que en todo suelo rústico, sea del tipo que sea, no se puede edificar, salvo explotaciones agrarias en 3.000 metros cuadrados. Un vecino que tenga una finca en Albariños no podrá construir una vivienda y tendrá que esperar a que en un futuro se convierta en suelo urbano no consolidado que se pueda desenvolver. Recuerda que no es posible que sea terreno urbano por una serie de niveles de protección que lo inviabilizan, como la excesiva pendiente o la zona de protección aguas.

En el texto también se grafía el polígono industrial de Cruz da Maceira en el lugar donde estaba contemplado porque forma parte de la red de zonas industriales supramunicipales aunque la consellería "nos dice que hay que meterle una afectación de Patrimonio y otra de Augas de Galicia". Barreiro asegura que si ya era bastante inviable el polígono, con esta afectación su inviabilidad es muy superior. El documento también reduce la zona deportiva de A Paralaia.