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El percebe de Agoeiro regresa a la subasta por segunda vez este año y alcanza un precio de 102 euros

Esta zona se trabaja en contadas ocasiones

José Luis Martínez junto a sus compañeros preparando las cajas de percebe para la subasta. // DGP

Día especial ayer para los percebeiros de Cangas. Dentro del ámbito de su plan de explotación hay algunas zonas especiales, a las que solo se acude en fechas más que contadas. Ayer fue una de esas jornadas, en la que los percebeiros decidieron ir al islote de Agoeira, situado por fuera del archipiélago de Cíes, y donde se cría un marisco de gran tamaño y de una calidad más que excelente. "Es un sitio al que vamos solo unas dos o tres veces al año. Fuimos en febrero, fuimos hoy [por ayer] y si el mar nos lo permite iremos en navidades", explicaban ayer los profesionales. A la hora de la subasta se pusieron a la venta un total de 18 cajas, que sumaban unos 200 kilos de marisco, y el lote más caro se vendió a 102 euros el kilo. Un comprador llegó a parar la puja en los 117, aunque finalmente dejó pasar el turno.

El acceso a este pequeño islote está claramente condicionado por la situación del mar y los percebeiros aprovechan los momentos de mar "manso". El problema es que no son solo ellos los que intentan alcanzar este preciado recurso: el "caramelo" es muy apetecible para los furtivos. Es un percebe grande, carnoso y que "siempre" ofrece una gran calidad. "Es una de las razones por las que aprovechamos para ir hoy. Saltamos, le dimos un repaso a las piedras y así nos evitamos que vayan los furtivos hasta allí", cuentan percebeiros como el presidente de la agrupación, Fernando Mariño.

No es un asunto baladí. No se trata solo de proteger un recurso importante para el sector, sino también de mucho esfuerzo. Los integrantes de la agrupación establecen turnos rotatorios para realizar vigilancia sobre el islote de Agoeira en esos momentos de mar "manso" para disuadir con su presencia a los furtivos. "En el mes de mayo hubo que estar allí muchas noches y dormir allí", cuentan. "Solo en el año 2015 hicimos más de 500 horas de vigilancia en Cíes y su entorno", cuenta el veterano José Luis Martínez Dasilva, que fue presidente de la agrupación entre 1995 y 2001.

El lugar de Agoeira es "especial", coinciden todos los profesionales. "Es un sitio donde confluyen las corrientes de entrada y salida de la ría, hay más nutrientes y cuando se produce el desove la cría el primer sitio en el que se fija es en estas rocas", cuentan.

Ayer también cambiaron su habitual manera de trabajar en un esfuerzo más para preservar el percebe. Lo habitual es que cada percebeiro al saltar a la roca se busque la vida en busca del mejor percebe, en una suerte de competición con sus compañeros para conseguir el de mejor calidad y mejor precio. "Hoy [por ayer] no hicimos así porque lo único que harías es ir a todo y dañarías el penedo. Esta vez fuimos a trabajar todos para todos", explicaba Fernando Mariño justo antes de la subasta. Esto significa que después de clasificar el producto y de venderlo se hace un cálculo del precio medio y los ingresos de las ventas se reparten de manera equitativa entre todos los percebeiros que ayer fueron al mar, que fueron 35. Después del lote más caro el resto del percebe se vendió a precios por debajo de los 82 euros el kilo. "No está mal. Hay que tener en cuenta que aparte del grande en los lotes también va otro percebe que, aunque es bueno, es más pequeño", reconocía uno de los más veteranos. La situación sería diferente en pleno invierno, como en la época navideña. "Por la temperatura del agua el percebe estaría más grande y fuerte. Hace dos años en Navidad se llegó a vender a 197 euros el kilo", recordaban algunos ayer durante la subasta.

Los compradores a su vez se lamentaban de que ayer el mercado estaba un tanto saturado. "En Cangas fueron a Agoeiro; en Bueu fueron a Liñeiros, que es su mejor zona; y en Aguiño fueron también a un sitio muy bueno", explicaban.

El comprador del lote más caro de ayer en Cangas era de Aguiño y explicaba que las tres cajas no se iban a quedar por esta zona. "Esto se va para Madrid, Málaga o Barcelona", explicaba. Algunos comercializadores estimaban que ese percebe en un plato de un restaurante de esas ciudades no se cotizaría a menos de 200 euros los 150 gramos.

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