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Peligro: bolardo destrozacoches

Portos recupera la pilona de la lonja de Cangas y la desactiva tras empotrarse otros dos vehículos

Protección Civil, ayer, limpiando la zona de acceso al puerto tras un incidente con la pilona. // G.Núñez

"Que la pilona de acceso al aparcamiento de la lonja de Cangas permanezca activo más de un día se paga veinte a uno", bromeaba ayer un vecino del entorno tras enterarse de que Portos había reactivado el dispositivo a primera hora y a media mañana ya acumulaba dos averías en vehículos cuyos conductores intentaron franquearlo, sin éxito. Desde el segundo percance, que provocó la rotura del cárter del motor de un Citroen Xantia, el dispositivo volvió a quedar desactivado, y no está claro que se vaya a reponer a corto plazo.

En la cofradía San Xosé y entre los usuarios habituales han perdido ya la cuenta de los problemas en que se ha visto envuelto este dispositivo desde que Portos, a instancias del cabildo, decidió retirar la barrera que restringía el acceso de vehículos a la explanada -y que aparecía rota o dañada a las primeras de cambio- y sustituirlo por un bolardo que no se ha demostrado más efectivo ni menos problemático. De hecho, fue acumulando incidencias, averías y reparaciones hasta que en verano de 2014 se optó por dejarlo en desuso. Más de un año después, el 28 de julio de 2015, la pilona se reactivó y en menos de una hora infló la larga lista de averías cuando un vehículo conducido por una mujer intentó "colarse" detrás de otro, se empotró contra la pilona y dañó la estructura, que dejó de funcionar.

Ayer, la historia se repitió por partida doble y el segundo accidente dejó un amplio reguero de aceite por las instalaciones portuarias, que obligaron a intervenir a la Policía Local y a efectivos de Protección Civil para retirar los restos y dejar transitable la zona. Aún así, no es el "récord" de menor tiempo de uso sin averiarse ni sin causar daños, destacan representantes de la cofradía de pescadores, acostumbrados ya a estas incidencias y también a padecer sus consecuencias.

El problema no es solo la avería, repiten los afectados, sino el tiempo que Portos tarda en repararla, mientras espera la visita de los peritos, la valoración y todos los trámites administrativos hasta que el seguro afronta los gastos y arregla los daños. Con esa dinámica, a los conductores no les queda tiempo para asumir que el acceso solo está permitido para usuarios del puerto, y la picaresca o los despistes hacen el resto. El cabildo retoma el discurso de sentarse con el Concello y con Portos para buscar una solución definitiva, un sistema efectivo que sea respetado y no quede inutilizado cada dos por tres.

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