La Guardia Civil detuvo ayer por la tarde a un hombre que minutos antes intentó atracar un quiosco en la céntrica Avenida de Marín, en Cangas, intimidando a la empleada con un cuchillo. Al percatarse de la situación, un transeúnte empujó al individuo a través de una ventana que comunica con la calle y lo tiró al suelo, momento que aprovechó la empleada para abandonar el local. Sin haber logrado botín, el atracador se dio a la fuga por las calles próximas, mientras la Policía Local le seguía el rastro y facilitaba los datos a la Guardia Civil, que minutos después lo localizó y lo detuvo en el entorno de la Casa da Cultura, en Rodeira.

Los hechos sucedieron alrededor de las seis de la tarde cuando el hombre, de unos 40 años de edad, 1,80 de estatura y complexión delgada, entró en el quiosco, por el que ya había merodeado antes, y amenazó a la empleada con un cuchillo doméstico mientras le exigía el dinero de la caja. Se produjeron momentos de tensión hasta que un joven que transitaba por la calle sospechó de la actuación del individuo y lo zarandeó desde la ventanilla de despacho que da a la Avenida de Marín. El atracador cayó entre las estanterías, la empleada pudo salir y el testigo intentó cerrar la puerta para retenerlo mientras llegaban las fuerzas de seguridad, pero este logró escapar.

Al dar la vez de alarma se produjo un rápido despliegue de efectivos de la Policía Local, que lograron la descripción del sospechoso -con varios antecedentes por hechos similares- y peinaron la zona mientras alertaban a la Guardia Civil, que a los pocos minutos lo detenía junto a la Casa da Cultura, lugar que suele frecuentar con otras personas con problemas de adicción al alcohol y otras drogas. Luego se dirigieron a su vivienda en busca del arma utilizada y de la ropa que, supuestamente, llevaba durante el atraco, una sudadera gris que habría cambiado por otra roja con la intención de despistar.

Se da la circunstancia de que el detenido es el mismo hombre que en febrero atracó a punta de navaja el quiosco de la estación marítima y tomó el barco hacia Vigo, donde ya lo esperaban varios agentes para arrestarlo. Ayer, un joven manifestó que acababa de ser intimidado en la calle por un hombre de las mismas características y que portaba un cuchillo, y otra persona declaró que le acababa de robar un bolso en la terraza de un bar.