La limpieza de los terrenos propiedad de Abanca en la zona de Massó se ha convertido en un nuevo motivo de discordia entre concejales del gobierno de Cangas y en el que Mariano Abalo vuelve al centro de la polémica. El edil de Urbanismo ordenó el jueves a la Policía Local paralizar el desbroce tras denunciar un colectivo ecologista las negativas consecuencias sobre la flora y la fauna en plena época de cría, lo que provocó el enfado de vecinos afectados y animó al alcalde, Xosé Manuel Pazos, a dar la contraorden de que sigan los trabajos en las márgenes de los viales y las viviendas, dejando para más adelante las zonas "sensibles". Pero esa medida llegó tarde, porque Abanca ya había mandado a los operarios abandonar Massó tras la jornada de ayer y no reanudar los trabajos el lunes, lo que generó más quejas ciudadanas y nuevos movimientos en el tripartito para intentar reconducir la situación.

Los vecinos más molestos argumentan que llevan años denunciando que la maleza impiden circular con normalidad e invade parte de sus propiedades, y trasladaron esa misma demanda al tripartito, cuando llegó al poder, recibiendo la promesa de que se actuaría en consecuencia. Tras varias gestiones municipales, e incluso la amenaza del Concello de ejecutar los trabajos y cargarle los gastos a Abanca, la entidad decidió actuar, y esta semana los residentes celebraron con alivio la presencia de operarios contratados por Abanca, provistos de un tractor, para llevar a cabo los trabajos. Pero fue un espejismo, porque la Policía no tardó en paralizarlos, por orden de Abalo, que defiende la actuación pero insiste en que debe hacerse "nos lugares e no momento oportuno" para evitar "danos colaterais" al patrimonio medioambiental. Cree en la buena voluntad de la empresa y espera que se trate de un "malentendido", que se corrija y que satisfaga a todas las partes.

Pazos, al igual que las concejalas de Medio Ambiente, Tania Castro, y Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, también coinciden en la necesidad de salvaguardar la fauna y la flora, aunque recalcan que esos criterios ya se trasladaron a la empresa, por lo que ven excesivo que se paralicen los desbroces. "Acabo de falar coa empresa e xa lle recalquei que limpen unha franxa de tres ou catro metros nas lindes dos viais e nas testeiras coas vivendas", aseguraba el regidor ayer por la tarde, al tiempo que apostaba por "compatibilizar" los derechos de los vecinos con la protección medioambiental en zonas como la laguna de Massó y su entorno. El lunes, Pazos mantendrá una reunión con responsables de Abanca para intentar "reconducir" la situación, dejando claros los criterios que deben seguirse en este asunto, y confía en que no será un nuevo motivo de tirantez en el gobierno.

Además de los problemas para la circulación y la invasión de propiedades colindantes, la proliferación de maleza aumenta el riesgo de incendios en pleno inicio de la temporada estival, añade Tania Castro, y advierte que "de ningunha maneira podemos agardar a setembro" para que se ejecuten las tareas de limpieza requeridas. Menos aún cuando el propio Concello apercibe de multas a los vecinos que no tengan limpias sus fincas. "Hai que facelo ben, pero facelo xa", insiste la edil de Medio Ambiente sobre la obligación de Abanca en Massó.