Molestó, y mucho, al alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, que trabajadores municipales se mostraran quejosos por el retraso en el abono de la paga extra y que hicieran llegar su contrariedad a la prensa. Afirma que no había ningún motivo para alarmarse, que había un problema técnico, que le constaba al comité porque el encargado de las nóminas forma parte del mismo. Durante la mañana de ayer Xosé Manuel Pazos también fue increpado por un empleado municipal por esta causa, algo que considera incomprensible. El trabajador le recordaba que ya tenían programadas dus vacaciones.

El regidor local Insiste que no había ni razones de liquidez ni de tipo político para no pagar la nómina ante del día 5 de junio, sino que era exclusivamente un problema que surgió con el programa. De hecho, ayer por la mañana, cuando se recuperó la normalidad en el proceso informático de elaboración de nóminas, firmó el abono de la paga extra de verano.

Pero Xosé Manuel Pazos recordó que el caramelo que daba José Enrique Sotelo (anterior alcalde y del Partido Popular) de cobrar la paga extra el día 5 de junio no sentaba jurisprudencia, que lo normal en las administraciones es que la paga extra se entregue el día 24 de junio y que la mayoría de las empresas privadas las pagan en el mes de julio. Pazos tuvo palabras contundentes y dijo que a cambio de ese caramelo de Sotelo los trabajadores guardaron silencio cuando en el plan de ajuste se decidió amortizar las plazas de las personas que se jubilaba, lo que desmanteló prácticamente la brigada de Obras y también la Policía Local, teniendo que recurrir ahora a comisione sde servicio para contar con agentes durante todo el año. "Ese caramelo os tiña calados. Non admito unha reivindicación deste tipo, máxime cando non se trataba de nada político e tampouco de falta de liquidez".

Xosé Manuel Pazos se mostraba ayer dolido. Sobre todo porque se enteró de las quejas después de haber firmado en su despacho el abono de la paga extra.