Decía Castelao en uno de sus dibujos más famosos que "en Galicia non se pide, emígrase". Si se cierra más el plano y ponemos el foco sobre O Morrazo se podría decir que aquí tampoco se pide, sino que se embarca a bordo de alguno de los muchos pesqueros que surcan los mares del mundo en busca de pescado con el que garantizar el sustento de la familia. Esta historia, nunca suficientemente recordada, vuelve a estar de actualidad gracias al Colectivo Abrenoite. Ayer presentó en el Auditorio de Cangas su nuevo y ambicioso proyecto, titulado "A memoria do sal", que recoge en un documental el testimonio de más de una treintena de marineros de O Morrazo ya jubilados y que se complementa con un libro con 180 fotografías.

Entre el numeroso público estaban muchos de los protagonistas de este documental, que a través de sus recuerdos compartieron una vida de esfuerzo, sacrificios y hasta tragedias en forma de naufragios o accidentes. "O Morrazo vive de frente ao mar e a esta xente debémoslle moito", afirmó ayer durante su intervención el fotógrafo y guionista Anxo Cabada. Una vida sacrificada que incluía pasar larguísimas mareas fuera de casa, sin apenas ver a la familia. "Marchabas ao mar coa muller embarazada e cando volvías o rapaz xa andaba", tal como ejemplificaba uno de los protagonistas.

El encargado de darle forma y ordenar estos recuerdos y testimonios fue el director cangués Borja Brun, que ayer recordaba que una de las partes más difíciles del documental "A memoria do sal" fue dejar los más de 240 minutos del rodaje en solo 20 minutos para el documental. Entre los asistentes había representantes de los tres concellos, como el alcalde Bueu, Félix Juncal, y el de Cangas, Xosé Manuel Pazos, que fue una de las personas que intervino en el acto para leer un poema de homenaje.

Los actos continúan el viernes en la Capela do Hospital, donde se inaugurará una exposición con las fotografías que componen este emotivo trabajo.