Realizar compras de calidad con el sello de lo ecológico o artesanal, conocer nuevos productos o simplemente disfrutar de la gastronomía o de un modo más sostenible y sano de hacer las cosas. Todo eso y mucho más ofreció ayer el Mercado Ecobueu, que cumplió su séptima edición en una jornada en la que se dieron cita cientos de personas en la carpa instalada en la Praza Massó.

Joyas, elementos de cuero, jabones y productos dermatológicos, láminas, juguetes tradicionales de madera o telas ecológicas compartieron espacio con otras delicias gastronómicas, entre las que destacaron como novedad el porco celta o la carne de potro traída por la Asociación Monte Cabalar, junto a ya clásicos como las cervezas artesanas, las conservas, delicias elaboradas a base de castañas o postres caseros. Y es que lo gastronómico siempre tiene un peso especial no solo en este mercado, sino en cualquier acontecimiento en Galicia.

No fue de extrañar, pues, que alrededor del mediodía el goteo de visitantes fuese más intenso, y muchos de ellos aprovecharon para tomar el aperitivo en la carpa adjunta de la feria gastronómica o directamente comieron allí. El menú no dejaba indiferente a casi nadie. Los más carnívoros tenían para elegir la hamburguesa de ternera gallega y la carne asada de porco celta, mientras que los vegetarianos también contaban con platos más adaptados a sus gustos, como batidos o zumos verdes. Y pocos pudieron resistirse a la paella gigante, con precios populares.

Pero además del medio centenar de expositores, la organización del evento también preparó un programa de actividades paralelas que incluyó obradoiros de elaboración de velas de cera, de miel o de ecopercusión, además de un concierto de música tradicional a cargo de Os Chavellos de Pereiras o la obra "O Kamishibai", realizada por el grupo Pinga Teatro.