La campaña de lucha mediante trampas contra la avispa velutina o asiática, concluirá en una semana con un balance en la comarca de O Morrazo de más de 3.400 avispas capturadas y cinco nidos destruidos, según los datos que maneja el delegado de la Asociación Galega de Apicultores (AGA) en esta comarca, José María Bello. La campaña se inició a mediados de marzo tras meses de alerta de los apicultores por los daños de esta avispa a las abejas en las colmenas, a las que mata, de ahí su nombre de "asesina". El motivo de acabar la campaña de las trampas es "porque ahora caen más insectos que no se deberían recoger como las avispas autóctonas, moscas, polillas o mariposas". La intención es que apartir del día 15 se retiren las trampas que los apicultores, con la colaboración de los concellos y de los colegios también, se han ido colocando por los diferentes municipios. Por lo menos se han colocado unas 400 trampas: 100 en Cangas, 55 en Moaña, 40 en Bueu y 50 en Marín.

Según los datos que maneja Bello, del total de avispas capturas con estas trampas en estos tres meses, el mayor número se contabiliza en Cangas, con unos 1.400 ejemplares; en Moaña fueron 1.180 y menor cantidad en Bueu y en Marín, con unas 350 y 280 avispas, respectivamente. Esta variación de capturas entre municipios es debido, tal y como manifiesta el delegado de la AGA en O Morrazo, a la orientación al norte de estos dos últimos municipios que hace que sean lugares más frescos. De hecho, la avispa asiática tardó más tiempo en aparecer en Bueu y en Marín porque la colonización que está realizando es de sur a norte.

Por lo que respecta a la destrucción de nidos primarios (pequeños, del tamaño de una mandarina) en estos tres meses se cogieron cinco: en Meiro, en la escuela taller A Rúa en Cangas; dos en la zona del Outeiro, en Coiro (Cangas); y en Broullón, en Moaña. Los nidos fueron detectados en los lugares más inverosímiles como ocurrió en el caso de la Escuela Taller de A Rúa que fue localizado en el interior de un casco de moto que estaba colgado en el vestuario. En Meiro (Bueu) apareció en el porche de una vivienda; en Outeiro en las uralitas del tejado de un garaje; y en Broullón, bajo un balcón.

En esta lucha contra la avispa asiática, los apicultores han involucrado a los colegios de la comarca con charlas para que los escolares también participaran con sus propias trampas caseras. A través de los colegios se capturaron unas 260 avispas velutinas. La participación de los escolares no fue muy elevada y se esperaba más implicación. Fueron en total 29 niños de colegios de Cangas, Moaña y Bueu, aunque mayoritariamente de Moaña. Estos escolares serán agasajados con unos regalos en un acto convocado por la Asociación Galega de Apicultores y el Concello de Moaña que se va a celebrar próximamente en el salón de plenos en compañía de los padres.

Bello asegura que en esta campaña lo que se perseguía era capturar sobre todo la avispa reina, que es difícil confirmar cuales son o no, pero estima que 1/3 del total sí lo fueron.

En esta época, la avispa ya abandona los nidos primarios para realizar los otros definitivos y más grandes, principalmente en árboles. Bello explica que tendrán que esperar hasta mediados de agosto, y de ahí en adelante, para volver a la retirada de los nidos, cuando ya son visibles.

Mientras tanto, los apicultores van a seguir la lucha contra la vispa para poner a salvo sus colmenas poniendo en marcha, por primera vez, el método denominado "Troyanos", que funcionó bien en Gerona, señala Bello, y que consiste en capturar avispas vivas para impregnarlas cuidadosamente con vaselina en su abdomen, sin que le toque las alas, para luego rebozarlas con el polvo insecticida. Una vez realizado este proceso, se corta las piernas del insecto para que no se peuda limpiar y se dejan volar con el fin de que lleguen a la colmena y con el propio insectida que llevan la contaminen y mueran.