La entrega de las siete banderas azules que ondearán este verano en otras tantas playas de Cangas sirve al PP para rescatar sus críticas al gobierno municipal por renunciar a otras tres. Los populares sostienen que no se trata solo de una cuestión de prestigio, sino también de creación de riqueza, puesto que la enseña de calidad lleva aparejada la creación de varios puestos de trabajos directos, en labores de seguridad (socorristas), e indirectos, en la hostelería y otros servicios.

Además, el concejal Rafael Soliño cree que el tripartito va "a remolque" en el acondicionamiento de playas, que, en vísperas del verano, presentan "graves carencias" de limpieza y accesos, y no puede garantizar el servicio de socorrismo a mediados de junio, porque "ni siquiera hay fecha para las pruebas" y no dan los plazos. Critica la "improvisación, dejadez y falta de previsión" que caracterizan su primer año de mandato, según el Partido Popular.