La reapertura, esta misma semana, de dos polígonos de bateas frente a las costas de Domaio, tras dos meses de cierre por la toxina, duró poco. Ambos sectores vuelven a estar cerrados al producirse un repunte de la toxina y los mejilloneros de la comarca siguen sin poder extraer producto para su venta. Las bateas situadas frente a Cangas, la ría de Aldán y frente a Bueu se mantienen cerradas desde marzo.

De todas formas todavía no comenzó la campaña de ventas más fuerte, cuando se inicie la exportación de bivalvo a Italia.