Personal de Conservación de estradas extendió ayer una nueva capa de rodadura en un tramo de la PO-551 a la altura de la curva de Vilela, en Tirán. La medida se toma tras las quejas de conductores en los últimos tiempos por el peraltado de esta curva, que empuja a los coches hacia afuera lo que la convierte en un tramo peligroso. El asfaltado, que ocasionó ciertas retenciones por la mañana, se realizó con asfalto antideslizante para mejorar el agarre.

Asimismo, Conservación de Estradas también asfaltó el entorno de la marquesina de Fontes, en dirección Moaña, en donde se acumulaba barro y muchas veces la tierra llegaba hasta la carretera general.

Isamil

Por otro lado, la Consellería de Infraestruturas denegó el pintado de un paso de peatones en la propia PO-551 en la zona de Isamil, en la parroquia de Meira. El Concello había pedido esta medida de seguridad en base a un informe de la Policía Local y respaldado por unas 165 firmas recogidas por la asociación de vecinos.

La administración responsable de la carretera señala que no se puede habilitar un paso de peatones si no existen aceras en ambos sentidos.

Esta carretera es atravesada en este punto por los vecinos que viven en el margen sur para poder coger el autobús hacia el centro de Moaña, así como por los estudiantes que cogen los autobuses para los colegios e institutos.

El edil de Mobilidade, Ezequiel Fernández, se lamentó de esta negativa y señala que el informe policial incluso estimaba la instalación de semáforos en ese punto.