La Xunta concluye las obras de urgencia en viales de la comarca tras los temporales del invierno

El desprendimiento más grave se registró en el Corredor, a la salida del túnel de Montealegre, en la parroquia de Domaio, y que provocó restricciones en el tráfico. En este caso hubo que retirar todo el material desprendido, estabilizar el terreno con hormigón y anclajes y, a continuación, colocar tubos de drenaje para facilitar la evacuación de aguas. Las obras en este lugar se completaron con la construcción de una barrera hormigonada en la base del talud. En una de las vías adyacentes al Corredor, la salida en dirección hacia Ameixoada y el campo de fútbol de Moaña, se intervino en dos tramos. Fue necesario retirar los árboles de un talud, habilitar una pequeña vía de servicio y se construyeron muros de cuatro metros de altura para garantizar la estabilidad.

La PO-551 también registró incidencias importantes. Dentro del término municipal de Marín fue necesario derribar un muro para ejecutar uno nuevo de mampostería. En el caso de Bueu los problemas se concentraron en dos zonas. La primera en Cela, delante del restaurante Muíño Vello, donde un desprendimiento obligó a la construcción de un nuevo muro de seis metros de altura para asegurar el terreno. La segunda incidencia fue en A Graña, a la altura del Pazo de O Casal, donde se vino abajo parte de una tapia y hubo que levantar de nuevo otra de tres metros de alto.

El vial PO-313, entre Marín y Moaña, registró varias incidencias entre los kilómetros 6 y 12 que obligaron a retirar árboles, estabilizar taludes tras previa excavación y la limpieza y reperfilado de las aceras. En lo que respecta a la Variante de Marín, en el punto kilométrico 1+550 se requirió la construcción de un muro de entre 8 y 10 metros de alto para evitar deslizamientos.