Decepción es la palabra que resume las caras de las decenas de vecinos de Aldán y representantes de los comuneros que acudieron ayer al Juzgado de Primera Instancia de Pontevedra para apoyar la declaración del vecino José Bermúdez, que encabeza la demanda de propiedad comunal de los montes de la parroquia. Según la junta gestora que inició el procedimiento, unas 280 hectáreas de monte comunal fueron "usurpadas e privatizadas de forma fraudulenta" por los condes de Canalejas y luego segregadas y vendidas. Ayer debía comenzar el juicio con la declaración de este vecino. Sin embargo, la juez optó por aceptar la petición de las partes demandadas y suspendió el acto al no contar todavía con las pruebas periciales.

El juicio no se retomará hasta el lunes 7 de noviembre, cuando tenga lugar el interrogatorio de las partes previsto para ayer. Las pruebas testificales se celebrarán el 14 de noviembre. Las más de 40 personas que acudieron a la cita de ayer mostraron su decepción al entender que los demandantes llevan a cabo una "estrategia de dilación" de todo el proceso. Y es que previamente al acceso en la sala el abogado de los demandantes, Calixto Escariz, tuvo que renunciar al interrogatorio a los representantes de las empresas para evitar que se anulase la vista, pues únicamente acudieron sus abogados a los juzgados de A Parda.

"Tratamos de que comenzase o xuízo dunha vez por todas, porque os veciños levan 11 anos agardando", apunta el letrado. Estima que no había riesgo de que se solicitase la anulación del juicio por la falta de las pruebas periciales en esta fase "pero entendo que a xuíz decidiu ser máis cautelosa".

José Bermúdez no llegó a tomar la palabra. El abogado de la residencia de la tercera edad de Aldán, afectada al estar construida en terrenos que ahora se demandan como comunales, fue el encargado de pedir la suspensión "ante la falta de pruebas y para evitar anulaciones o impugnaciones". Rechazó también ser implicado en una estrategia de dilación "porque somos la única parte demandada de la que acudió representación y queremos que se celebre el juicio con todas las pruebas para acabar con tantos años de juicio paralelo".

Los letrados de las sociedades mercantiles Promalar, Aires do Morrazo y Cabo Home do Morrazo, así como de los herederos del patrimonio de los condes, se sumaron a la petición de Geriatros. Alegaron que sin las pruebas periciales "nos es imposible interrogar al demandante". Añadieron que tras esperar más de una década "no sería grave retrasar el juicio varios meses".

Los propios demandados solicitaron en marzo esta prueba pericial, que consiste en una investigación sobre el terreno para aclarar la veracidad del plano que marca los montes que los vecinos demandan como comunales, comprobando también todos los lindes establecidos en él.

Calixto Escariz, por su parte, trató de evitar el retraso del juicio. "Nos oponemos a una suspensión, porque 11 años de procedimiento ya es una demora enorme y el demandante tiene derecho al juicio. Además, no hay indefensión por la falta de prueba pericial, porque en las primeras sesiones el demandante y los testigos se limitarán dar testimonio por sus conocimientos directos sobre los montes".

Asistieron más de 40 personas entre vecinos de Aldán, que acudieron en un autobús, y representantes de las Xuntas de Montes de Moaña, Darbo, Coiro, Beluso e incluso de la Federación de Montes en Man Común de O Morrazo. "Acudimos para apoiar aos compañeiros porque sempre estaremos para defender o monte comunal", explican los representantes de Moaña, que llegaron con la ropa identificativa de la cuadrilla de esta junta de montes.

Los vecinos exhibieron una pancarta a la entrada de los juzgados con el lema "O monte é noso". Asistió también el edil de Urbanismo de Cangas, Mariano Abalo.