La lluvia, que acompañó a los esforzados alfombristas durante la jornada del sábado y la madrugada de ayer, dio un respiro y Bueu pudo disfrutar de su Corpus sin que lo desluciesen las inclemencias meteorológicas. Entre 7.000 y 9.000 personas, según las estimaciones de la Policía Local y de la organización, recorrieron las calles del municipio para contemplar los 54 tapices florales que adornaban un itinerario de 1,5 kilómetros. El buen tiempo animó a los visitantes, que se echaron a las calles y acudieron en mayor número incluso que el pasado año, llenando a primera hora de la tarde los aparcamientos habilitados dentro del plan de tráfico.

Nadie salió decepcionado. Hubo cantidad y, sobre todo, calidad en la elaboración de los diseños. En este sentido, la mayoría de los elogios recaían sobre la alfombra de mayor tamaño, situada en la calle Pazos Fontenla, y en la que a lo largo de sus 140 metros de longitud se hacía un recorrido sobre los diferentes tipos de arte, con reproducciones de obras como la Sagrada Familia, las Pirámides de Keops, la Torre Eiffel, el cuadro Los Girasoles de Van Gogh, o alusiones al cine (con Charlot y ET), la danza, las artes escénicas o la literatura, con El Principito y El Quijote.

No fue la única que llamó la atención a los visitantes dentro de una amplia oferta que incluyó temáticas tradicionales como la religiosa y la geométrica, pero que también hizo varios guiños a la actualidad. De este modo, un tapiz estaba dedicado a los Juegos Olímpicos de Río, con representaciones de deportes como la halterofilia, el ciclismo, el tenis, el balonmano o el piragüismo. Otros, principalmente los situados en la calle Eduardo Vincenti, se acordaban del Año Castelao, entre ellas la elaborada por el Concello de Bueu. Tampoco faltaron las referencias al mundo del mar, como las del Museo Massó, la Plaza de Abastos o la Asociación Os Galos. Las hubo reivindicativas, como la que apostaba por cambiar el mundo tomando una cita de Nelson Mandela en la que decía que la educación es el arma más poderosa que uno puede usar, y que estaba adornada por banderas de diferentes países del mundo. Otras se orientaban a los más pequeños, como la que representaba a la Patrulla Canina. Y prácticamente todas ellas apostaban por la diversidad cromática en lo que fue una explosión de luz en el suelo buenense.

La misa se celebró en una carpa en la Praza Massó, con el altar situado delante de un tapiz floral vertical, una original obra de arte realizada con la técnica japonesa del origami y que contó con unos 3.000 papeles. Al término de la misma salió la procesión, encabezada por cerca de una decena de niños de Primera Comunión. Las paradas en los altares situados en Banda do Río, Pazos Fontenla y junto a la plaza de abastos coincidieron con tres actuaciones, novedades este año. Así, Recordos da Nosa Terra ofreció un baile nacido única y exclusivamente para el Corpus de Bueu junto al altar de la plaza de abastos. Su grupo de gaitas interpretó una pieza en Pazos Fontenla y en Banda do Río la Coral Polifónica interpretó Los Motetes, una canción especial para el Corpus. Carmen Santos, presidenta de la Asociación de Alfombristas de Bueu, no podía ocultar su satisfacción. "Estamos contentísimos del resultado final. La gente lo ha disfrutado y ha habido muchos visitantes", sentencia. En Moaña los actos fueron de mañana y Cangas fue el último en cerrar la jornada con su procesión.