Los vecinos que pelean por que se reconozca la propiedad privada de uso comunal de los montes en litigio alegan que su venta se realizó en su día de forma fraudulenta. Primero a una sociedad creada por la familia del conde de Aldán, Inrumar S.A., constituida por sus dos hijos y con la que llegó a pleitear el Concello de Cangas en la década de los años 50, sin éxito. Con el tiempo, la heredera del condado vendió esas posesiones al empresario vigués Juan Lago, y parte de esos terrenos, disgregados, acabaron en manos de instituciones o mercantiles con diferentes propósitos. Esas empresas están ahora citadas y deben comparecer, lo que complica el procedimiento judicial

Los vecinos tienen ahora el aval del juzgado a su reclamación contra los actuales titulares, al no admitir su argumento de que la propiedad ya había sido juzgada. Los demandantes son otros. La firma un vecino, José Bermúdez Docampo, aunque el juez acepta que lo hace "en beneficio de los vecinos de la parroquia de Aldán".