El sector mejillonero con su sede en el muelle de Domaio regresó ayer a la normalidad aparente. Al menos fueron muchos los balandros que pudieron faenar en las bateas y extraer producto en dos polígonos. Los biólogos del Intecmar constataron una remisión de la toxina en los polígonos Redondela A (entre el muelle de Domaio y el puente de Rande) y Redondela B (ubicado en paralelo al espigón de Domaio).

Tras dos meses de cierre en prácticamente todo el litoral gallego, parte del sector de la comarca vio como reabrían estas dos áreas. Suman alrededor de medio centenar de bateas. Sin embargo, los mejilloneros no se encuentran todavía en temporada alta, que empezará a finales de junio y tendrá su cénit a partir de agosto, cuando comience la campaña de exportación a Italia.

Por ello, ayer aun era común que muchos armadores dedicasen a su personal al pintado de las bateas y a tareas de mantenimiento de los barcos. De todas formas en los próximos días empezarán a extraer producto en Domaio. Son los dos polígonos que abren antes tras cada episodio de toxina, al encontrarse en el interior de la ría y presentar corrientes más frías por la influencia de las desembocaduras de los ríos.

Desde el sector no se atreven a aventurar si esta apertura supondrá una remisión del episodio de toxina en el resto de la ría. El producto de mayor calidad es el que se extrae de las bateas situadas frente a Liméns en Cangas. Apuntan a que será necesario estar pendientes de la evolución de las corrientes en los próximos días.

De todas formas, mientras no comience la temporada alta de ventas los bateeiros de Moaña entienden que la situación no es dramática de momento, aunque los polígonos llevaran cerrados en su totalidad desde el pasado 26 de marzo.

Otras rías

En la ría de Aldán los cierres se mantienen desde la misma fecha y en Bueu desde el 21 de marzo.